Alemania: La duda es cómo será el vacío de Ballack
Grupo D
La polémica sobre la convocatoria centra la actualidad de un equipo que aspira a todo
EL historial lo dice todo. Ganó tres Copas del Mundo y estuvo en siete finales. Después de Brasil, Alemania es la selección más exitosa en la historia de los Mundiales.
En Suráfrica 2010, como siempre, estáentre las favoritas. Por peso de la camiseta, por tradición, por oficio. Pero esta vez, el equipo del entrenador, Joachim Löw, no transmite la confianza inmaculada de torneos anteriores, esa que permitía soñar a su afición y al mismo tiempo exasperaba a los rivales.
La mayor incertidumbre parte del gran vacío que representa la baja, casi en el último momento, de su capitán y caudillo, Michael Ballack, que sumó una nueva frustración al sufrir una rotura de ligamentos en el tobillo derecho. Iba a ser su último Mundial y creía con firmeza que el equipo iba a llegar a la final.
Sin embargo, ya antes de la lesión de Ballack de mediados de mayo existían síntomas de inseguridad, o por lo menos de incertidumbre, con signos de interrogación a varios niveles que, esta vez, generan dudas en los propios hinchas y permiten esperanzas en los rivales.
Löw es respetado por los fans por su gran sabiduría sobre fútbol, pero no es un ídolo popular. Y no por ganarse algunos puntos de popularidad va a tomar medidas populistas. Por ejemplo, sobre los jugadores por los que apuesta en la delantera. Convocó a sus incondicionales. Klose, Mario Gómez, Podolski, aunque los tres hicieron una temporada mediocre. Klose hizo cuatro goles; Gómez diez, pero desde febrero no festeja ninguno, y Podolski es, a falta de alternativas, titular en el Colonia, pero anotó apenas dos tantos en toda la temporada.
“Confío en ellos, porque en la selección siempre respondieron”, explica Löw, quien completó la línea ofensiva con Cacau, el delantero de origen brasileño (13 goles) y, a última hora, y Kiessling (con 21 goles, el segundo en la lista de jugadores más efectivos de la Bundesliga).
Pero dejó fuera a Kuranyi (18 goles en la liga), a pesar de las peticiones masivas para que llevara a Suráfrica al delantero que defenestró por motivos disciplinarios. Por el mismo motivo prescinde de uno de los jugadores más experimentados, Frings, el perro de presa en el centro del campo defensivo. Löw no dio el brazo a torcer ni siquiera después de la baja de Ballack y Frings se quedó fuera.
Entre los convocados “no estarán tal vez los mejores jugadores del momento, pero los elegí porque conforman el mejor equipo posible, son los que se acomodan a nuestra filosofía”, explica sus decisiones Löw, que en el Mundial anterior fue el lugarteniente, el cerebro futbolístico del motivador Jürgen Klinsmann.
Otro problema que afronta el equipo con el águila negra sobre el pecho es en la portería. Después de la jubilación de los legendarios Oliver Kahn y Jens Lehmann, el número uno había recaído en Robert Enke. Pero en noviembre llegó la tragedia, cuando el portero se quitó la vida, hundido en depresiones. Su sustituto fue Rene Adler, pero se lesionó. Por culpa de la fractura de una costilla no será mundialista.
A favor de la selección está la eliminatoria al Mundial, asegurada cómodamente, invicta, con victorias sobre el rival más duro, Rusia. En contra, la imagen que dejó en el último partido importante de la preparación mundialista, en marzo, contra Argentina: derrrota en casa 0-1.
En el centro del campo, el corazón del equipo, está puesto Bastian Schweinsteiger con un nuevo rol. Ya no en la zona de creación, ofensivo, como en el Mundial pasado, sino ahora en la tarea defensiva que iba a desempeñar junto a Ballack. Ahora, posiblemente tenga a su lado a Khedira, del Stuttgart.
Al lado de ellos, Löw abrió espacios a jóvenes valores como Mesut Özil, de origen turco, y Marko Marin, ambos de Werder Bremen, y Thomas Müller, de 20 años, debutante este año en el Bayern Múnich y con gran poderío goleador y una descomunal demostración de visión de juego.
En las semanas previas a la cita mundialista, Alemania debatió más sobre las decisiones de Löw que sobre los rivales en el Grupo D, uno de los menos complicados para alcanzar los octavos de final con Australia, Serbia y Ghana.
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