Los equipos españoles de gimnasia artística afrontan en Doha unos Campeonatos del mundo que revelarán si su preparación para la gran meta, los Juegos Olímpicos de Tokio, va por la senda adecuada. Tras quedarse ambas selecciones fuera de Río 2016, los equipos deben terminar en Doha entre los 24 mejores para tener plaza en los Mundiales de 2019 en Stuttgart (Alemania), donde sólo los 12 mejores obtendrán el pasaporte para Tokio 2020. Esta meta no será tan fácil en una cita exigente que brindará a los seguidores la satisfacción de ver competir al japonés Kohei Uchimura, seis veces campeón y que se lesionó el año pasado, y a la estadounidense Simone Biles, tras dos años semi retirada.
España competirá el jueves en la clasificación masculina y el domingo en la femenina. De su actuación esos días depende en paso a las finales programadas de lunes a sábado. La sevillana Ana Pérez es la indiscutible referente actual en el panorama nacional y afronta el reto tras superar una operación en la muñeca izquierda y pasar por una recuperación "que no ha sido fácil", pero en la le resultó esencial "tener las cosas claras". Viaja a Qatar con la idea de contribuir con sus notas a una buena clasificación general por equipos, "pero eso pasa por una buena clasificación individual, lo que te puede llevar a las finales".
Única española en los Juegos de Río 2016, la hispalense está convencida de que la selección al completo puede clasificarse el año próximo para Tokio 2020 "si tiene el poquito de confianza que le falta". Junto a ella, competirán en Doha Laura Bechdejú, Helena Bonilla, Paula Raya y Cintia Rodríguez. Andrea Carmona es reserva.
"Lo que quiero es competir bien y entrar en la final del concurso completo, que es mucho más asequible”
–¿La gimnasia no da tregua: todos los años hay Mundiales. ¿Los de Doha darán una imagen fiable de cómo está el equipo a mitad del ciclo olímpico?
–Es un Mundial importante. Vamos todas con muchas ganas de competir bien, de la misma manera que en el primer día de los Europeos (séptima plaza). Llegamos bien de forma, pero en la competición todo es diferente. El objetivo es serenarnos un poco y no dejar que los nervios nos hagan tirar el trabajo al suelo.
–¿Las recientes medallas en Copa del Mundo avalan la preparación del equipo?
–Sí. Los resultados han sido bastante buenos. Ahora el objetivo principal es el colectivo. Pero hacer una buena competición con el equipo significa hacer una buena competición individual y eso te lleva a las finales. Meterse en las finales (por aparatos) es muy complicado, no quiero obsesionarme con eso. Lo que quiero es competir bien y entrar en la final del concurso completo, que es mucho más asequible para mis características.
–¿Se operó de la muñeca en febrero. ¿Llega a tiempo de competir en plenas facultades a estos Mundiales?
–El proceso de recuperación no voy a decir que haya sido fácil.Al contrario, fue muy complicado. Nunca es sencillo parar y volver a arrancar, pero hay que tener las cosas claras, saber lo que se quiere y dónde se quiere llegar. Tener las cosas claras hace todo más fácil. Hace ocho meses que me operaron y la muñeca ha respondido muy bien. Para mí ya es un tema un poco olvidado. Centro la energía en los entrenamientos.
–¿A estas alturas la selección se ve en el buen camino para pelear dentro de un año por la clasificación olímpica?
–Nos vemos como un equipo fuerte. Nos falta tener un poco más de confianza, creer que podemos conseguirlo. Hemos estado dentro de las ocho primeras en el Europeo y pudimos haber quedado mejor.
–¿Qué falta para subir un escalón más?
–Falta decir que aquí estamos nosotras. ¿Por qué España no? Así que para adelante. Si vamos con la confianza que necesitamos, ese poquito que nos falta lo podemos conseguir.
–¿Trabajan con un psicólogo ese aspecto?
–Sí, hacemos talleres de grupo con un psicólogo y hablamos un poco y eso nos ayuda.
–¿Como única gimnasta de la selección con experiencia olímpica, ¿se siente un modelo para sus compañeras?
–No lo pregunto mucho. No sé si se fijan en mí o no.
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