Deportes

Apagón tras los chispazos de Navas

  • La falta de físico de jugadores como Romaric y Dabo mete en el partido a Osasuna, aunque la defensa sostuvo al equipo

Un gol a balón parado bastó al Sevilla para vencer a un Osasuna que creó incertidumbre sin llegar a hacer sangre. La defensa sostuvo al equipo durante la segunda mitad, en la que faltó salida por la nula aportación de Romaric y el cansancio de Kanoute o Jesús Navas. Al menos, el Sevilla no sufrió a balón parado, pues Dabo cometió demasiadas faltas. Pero, a pesar de contar con dos extremos puros, no salió al contragolpe y tampoco llegó combinando. El inicio de Jesús Navas y la seriedad atrás lo salvaron.

Defensa

Con Escudé en el mando de la defensa de nuevo, ésta sigue su criterio de adelantar la línea para achicar los espacios, hasta tal punto que Palop salió a menudo del área para despejar balones colgados. Osasuna llegó sobre todo por faltas en pelotas divididas. Pero el propio Escudé estuvo muy firme en los córners y faltas laterales, en las que también ayudaron Kanoute y Romaric. En situación de ataque, Zokora ejerció muy bien la labor de vigilancia, acudiendo muy rápido a presionar en zona de rechace, lo que evitó que el rival pudiera montar el contragolpe a la primera.

Sin embargo, en la segunda parte la defensa se vio obligada a dar un paso atrás por la nula salida del equipo. Aun así, y pese a la inconsistencia de Dabo, se mostró firme, en juego y en el balón parado.

Ataque

La esperada vuelta de Jesús Navas tuvo un efecto inmediato. Se asoció con Kanoute para propiciar paredes y superioridades y en apenas cinco minutos provocó varios centros y llegadas peligrosísimas. Pero Negredo, al que faltó más viveza al remate, no anduvo fino unas veces y otras se topó con el meta Ricardo.

Esa salida fulgurante al son marcado de Jesús Navas se apagó en cuanto Osasuna se recompuso. Ante el roce en el centro del campo, Romaric adelantó su posición situándose incluso más arriba que Kanoute. Así, era Escudé el encargado de sortear la línea caliente para buscar a los atacantes.

Tras el 1-0, obrado por un golpeo extraordinario de Jesús Navas y la testa de Kanoute, el Sevilla dejó de llegar. Romaric se diluyó en la pelea física con Puñal y Vadocz, Kanoute perdió la prestancia y ya no ofrecía salida y Osasuna supo aislar a Jesús Navas y a Diego Capel, muy obligado por Nelson. Apenas dibujó contragolpes y tampoco llegó combinando.

virtudes

La irrupción de Jesús Navas y la firmeza a balón parado.

talón de aquiles

De nuevo la medular fue un erial y Manzano apenas reaccionó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios