No gana para sustos Unai Emery en lo referente a la enfermería. Si el fin de semana recibió la mala nueva de que se alarga la recuperación de Carriço, ayer tuvo que resignarse a buscar una posible solución si Banega no llega a tiempo para jugar el sábado en El Madrigal. El argentino sufrió una fuerte contusión el martes en la sesión de entrenamiento del Sevilla, al tener un encontronazo con un compañero. Y las pruebas que se realizaron ayer confirmaron que esa contusión en el tobillo deja su concurso ante el Villarreal en el aire.

Según el parte médico ofrecido por el club, está descartada una lesión importante en el tobillo tras la resonancia realizada ayer por la mañana. Su concurso en Villarreal dependerá de la evolución del golpe, es decir, de cómo baje la inflamación que sufre y que ayer ya le impidió ejercitarse con normalidad con el grupo.

En el mismo parte, el club revela que el especialista francés al que acudió Carriço confirma el pronóstico inicial. El central portugués sufre una lesión parcial del semitendinoso. El doctor Silbert, especialista en lesiones musculares externo a los servicios médicos del club, se desplazó en la mañana de ayer a la ciudad deportiva para revisar al jugador portugués y confirmó el diagnóstico. Carriço, que estaba cerca de regresar al trabajo de grupo antes de esta recaída, tendrá que iniciar un nuevo periodo de fisioterapia y readaptación, lo que le llevará un tiempo que oscila entre las cinco y las seis semanas, dependiendo de la evolución de la lesión. Así, podría reaparecer justo antes del parón de Navidad, incluso para el partido ante la Juventus el próximo 8 de diciembre, una cita que podría ser decisiva para el futuro europeo del Sevilla.

En cuanto a Banega, este contratiempo justo después de su exitosa reaparición podría privarlo de jugar en El Madrigal, sobre todo porque Unai Emery tendrá que repartir esfuerzos en una semana con tres partidos de primerísimo nivel competitivo: Villarreal fuera y Manchester City y Real Madrid en el Sánchez-Pizjuán. El mediocampista argentino ha sido un artífice principal de la mejoría del juego del Sevilla, esbozada ya desde su reaparición, tras un mes fuera por el esguince de rodilla que sufrió ante el Celta, en la segunda parte del partido en Éibar. Su concurso en Manchester y ante Getafe confirmó su importancia en el actual Sevilla.