Caída libre desde el partido del Cajasol

Cualquier aficionado sevillano soltará con sorna que el UCAM Murcia sufre un castigo divino desde que derrotó al Cajasol en la novena jornada con una actuación arbitral más que dudosa después de que los visitantes controlaran la contienda durante prácticamente los 40 minutos. Algunos favores arbitrales y los certeros triples locales, Sergio Sánchez y Berni Rodríguez fueron los ejecutores de la escuadra murciana, que dedicó el triunfo al lesionado Antelo.

Desde entonces la caída libre ha sido evidente en el conjunto pimentonero, que ha cambiado de entrenador, ha despedido a algún jugador, ha fichado a varios -entre ellos, el experimento ya acabado de Pete Mickeal- y la dinámica sigue siendo negra, hacia el abismo absoluto.

Corría la novena jornada cuando el UCAM dejó en la cuneta al Cajasol y disfrutaba entonces de la cuarta victoria, soñando incluso con su participación copera. Ahí empezó a zozobrar la nave dirigida antes por Óscar Quintana y hoy por su ayudante, Marcelo Nicola.

Una alegría en los últimos 11 encuentros es el triste balance con el que el UCAM se presentará en San Pablo el próximo sábado, con un total de cinco triunfos, justo la mitad de los obtenidos ya por la plantilla de Aíto García Reneses. El triunfo por la mínima en casa ante el Bilbao Básket (78-77) en la duodécima jornada es lo único que ha podido celebrar la afición murciana en este tiempo.

Y eso que le plantó cara al Valencia Básket justo en el encuentro siguiente al del Cajasol, cayendo por 88-86 ante un rival que sólo perdió en dos ocasiones en la primera vuelta. Pinchó en hueso en el compromiso posterior, la visita a Manresa, donde fue derrotado por La Bruixa d'Or por un claro marcador: 84-74. Tras la puntual alegría contra el Bilbao ha encadenado ocho reveses consecutivos: Iberostar Tenerife (82-69), Joventut (76-82), Barcelona (96-63), Obradoiro (47-83), CAI (103-67), Fuenlabrada (87-84), Gran Canaria (71-78) y Unicaja (76-78).