Calderon: "Sólo andamos la mitad del camino"

En su primer derbi como entrenador verdiblanco a Gabriel Humberto Calderón le salió cara la moneda con un 0-2 que, no sólo vale para tomar la delantera en la eliminatoria, sino que debe resultar un golpe anímico en la lucha por salvar la categoría.

Cualquier victoria suma, pero un derbi es especial. Con todo, el técnico argentino sabe que "aún no hay nada hecho". "Falta por andar la otra mitad del camino", indicó el preparador, que para la vuelta lo tiene claro: "Ya dije en la previa que para sacar un buen resultado había que salir a ganar, y así afrontaremos también la vuelta, aunque antes hay que pensar en el Elche", explicó Calderón, que añadió: "Un 0-2 nos da más opciones, claro, pero como lo hicimos nosotros lo pueden hacer ellos. No hay más que mirar los últimos derbis. Falta mucho".

Es cierto que quedan por jugarse aún 90 minutos en el Benito Villamarín, pero moralmente el resultado es un espaldarazo para los futbolistas béticos. "El triunfo es de los jugadores y ellos se merecen disfrutar porque son los protagonistas. El grupo anímicamente va creciendo y esto es bueno. Ahora tenemos dos días de recuperación, así que espero que tengamos las piernas como cuando vinimos de Rusia, porque el encuentro ante el Elche es vital", afirmó Calderón, que resaltó el trabajo del colectivo por encima de las individualidades: "El equipo hizo un partidazo realizando un esfuerzo enorme". Y era inevitable resaltar la figura de Adán: "Estuvo extraordinario. Un gran portero aparece cuando se lo necesita y él lo ha hecho", apuntó el técnico, que explicó por qué alineó a Caro en el lateral derecho. "A los jugadores los veo en cada entrenamiento y sé lo que pueden da cada uno. Le transmitimos toda nuestra confianza a Caro y él nos dio la razón".

Más allá de que aún queden 90 minutos por jugarse, Calderón cree que con el 0-2 "el Betis le sacó una espinita a más de uno que no quería que nos clasificáramos por miedo a enfrentamiento con el Sevilla". "Yo sí quería y los jugadores fueron hombres, leones, dieron la vida. Ahora el Betis compite y no regala nada. Dieron el 200 por ciento ante un rival que lo está haciendo muy bien y tiene claro a lo que juega", apuntó el entrenador heliopolitano, que restó importancia al enfado de Rubén Castro al ser cambiado: "A ningún jugador le gusta ser sustituido. Menos Rubén, al que le debemos la vida y confío a ciegas. Muero con él y se me parte el corazón por cambiarlo, pero soy entrenador y tomo las decisiones que consideró mejores para el conjunto".

Calderón, sin embargo, no lanza las campanas al aire. "En el fútbol hay que pensar sólo en el próximo partido, en el que nos jugamos también la vida", indicó, para volver a afirmar que su futuro es lo menos importante y que no se ve ahora con la continuidad asegurada por ganar en el Sánchez-Pizjuán: "Nunca pensé en mi futuro desde que llegué. Vine a sacar a un ser querido de la UVI e intentar hacer felices a la afición y al equipo que mejor me hicieron sentir".