Margareth Chelimo conquistó la XXXVIII edición del Cross de Itálica con un ataque en la penúltima vuelta en el que abrió hueco ante su compatriota keniana Beatrice Chebet, campeona del mundo júnior de cross en Aarhus 2019, cuya marcheta había dejado antes sin opciones a la que era favorita para mantener el dominio keniata en el complejo romano (11 triunfos en los últimos 13 años) Hellen Obiri.

Con el suelo bien asentado por la lluvia del día anterior, el sol hizo un buen trabajo para que el circuito de 9.135 metros estuviera algo blando pero en buen estado para que las atetas profesionales no sufrieran los avatares del recorrido. Eso sí, el frío y el viento las acompañaron durante la mañana.

Arrancó Obiri controlando la carrera de inicio, con otras corredoras tirando de inicio y la campeona del Mundo de 5.000 metros dejando hacer con un ritmo fuerte, pero aún soportable para alguna de las británicas. Ya mediada la segunda vuelta la legión africana se quedó al frente con ocho unidades tras el primer acelerón. Hecha la primera selección, sin mucho desgastase, la bahreiní Rose Chelimo, campeona y subcampeona del mundo en maratón, fue la primera en quedarse falta de esa chispa necesaria para afrontar el campo a través.

El podio femenino de Itálica: Chemilo, Gemeche, tercera y Chebet, segunda.

Pero no tardó Obiri, que venía de ganar en Elgóibar, en aparecer y al inicio de la tercera vuelta, en la bautizada cuesta Radcliffe, en honor a la británica Paula Radcliffe (el circuito poncino ha denominado a distintos puntos y curvas del trazado con míticos vencedores que han pasado por Santiponce a modo de los circuitos de motor), ganadora en Itálica en 2001, cambió el ritmo para quedarse en cabeza sólo cuatro corredoras más: junto a ella, Chelimo, Chebet y la etíope Tsehay Gemechu. 

Chebet dio el relevo a Obiri y su tirón puso al cuarteto en fila. Chelimo esperaba en la cola agazapada, reservando todas las fuerzas y dejando hacer a su joven compatriota. Y es que cuando dicen que la experiencia es un grado es por algo. Chebet aceleró al ver sufrir a Obiri, la primera en ceder. Fue el momento entonces de Chelimo, subcampeona mundial en Doha en 5.000, precisamente tras Obiri (era la primera vez que se enfrentaban de nuevo), para dar el golpe. Atacó con fuerza y no dejó que nadie la siguiera. Abrió hueco pronto y voló en solitario la última vuelta con su alargada zancada hacia el triunfo con una marca de 28.36 minutos, seguida de Chebet, que cruzó el arco romano de meta a unos pocos segundos, y Gemechu, tercera. Obiri, máxima favorita, fue cuarta y entró cojeando, seguramente aquejada de algún problema que le impidió mantener el ritmo.

Por atrás, la primera española fue Irene Sánchez Escribano (30.38), campeona nacional de 3.000 que prepara la temporada enfocada a la clasificación para los Juegos de Tokio, fue novena, la primera española, que superó a María José Pérez, undécima en el Cross de Itálica, sexta cita de la temporada de campo a través de máximo nivel internacional, el Cross Country Permit de la Federación Internacional, la quinta en España tras las pruebas de noviembre de Atapuerca, Soria y Alcobendas y de la semana pasada en Elgóibar.

Obiri encabeza la prueba por delante de Chebet y Chelimo.