Villarreal - sevilla · el otro partido

Denis no pensaba en la Champions...

  • El ex sevillista, muy motivado, participó en los dos goles del Villarreal, que agradeció la baja de Banega, la falta de intensidad y la distracción de un Sevilla con demasiados frentes.

Seguramente, a Denis Suárez le habría encantado poder jugar la Champions con el Sevilla. El gallego, desde que llegó el verano de 2014 en la operación de Rakitic, no ha parado de dejar mensajes sobre lo a gusto que estaba en Sevilla. Elogios constantes al club, a la afición, a la ciudad, a la plantilla... han sido el denominador común de sus declaraciones ante los medios o en las redes sociales. En vísperas del partido incluso dejó un mensaje en Twitter: "Este fin de semana vienen unos amigos a casa. Aquí os espero", decía, y acompañaba la frase con tres fotos, una con Banega, otra con Iborra y la tercera con Krychowiak. No le pesó incluir en ese hospitalario recibimiento al hombre que le quitó el sitio en el Sevilla, el jugador que, precisamente, echó más de menos en El Madrigal Unai Emery. Porque la ausencia de Banega se antojó crucial vista la respuesta del equipo sin él.

El ex sevillista fue protagonista en el triunfo del Villarreal, que anhela disputar el torneo de las estrellitas, que distrajo a los blanquirrojos, en su estreno de la camiseta negra, pese a la trascendencia que tenía la cita para esa pugna por estar entre los mejores de Europa. Marcelino lo ubicó en una posición que conoce perfectamente y que tenía vedada en el Sevilla por el peso específico de Vitolo: la banda izquierda. Su arranque en Nervión fue fulgurante hasta que Banega se hizo con los galones del equipo de Emery como manijero.

Como lo cortés no está reñido con lo valiente, Denis Suárez salió al trascendental partido con la misma motivación que debía tener Marcelino para zanjar su maldición frente al Sevilla. Y como cualidades tiene de sobra, pues sólo faltó para completar su éxito que los jugadores sevillistas, sin Banega, no encontraran el norte. El gallego no tenía la mente en la Champions precisamente. Quería reivindicarse ante el cuerpo técnico y el grupo de compañeros con los que se encumbró en la élite. Su nobleza de espíritu impide hablar de despecho, pero amor propio sí que tiene el mediapunta pontevedrés y bien que lo demostró desde el inicio del partido.

A los dos minutos, ya evidenció que al Sevilla le faltaba un punto de intensidad, que estaba como distraído. La Champions pesa mucho. Ante unos contemplativos Krohn-Dehli y Coke, entró como un cuchillo desde el flanco izquierdo para poner un pase de la muerte, cuyo rechace le cayó a Bruno. Sergio Rico se lució con una buena estirada. Era el aviso para navegantes de que allí, en la izquierda, había alguien que quería decir bien alto "aquí os espero". La intensidad que le faltaba al Sevilla le sobraba a Denis, quien pisó a Coke cuando éste ya había dado un peligroso balón atrás. La inoportuna falta del gallego impidió un terremoto en la zaga nervionense. Era el minuto 17 y aún tenía más cosas que decir el ex sevillista.

Cuatro minutos después, segundo aviso serio del Villarreal. Denis Suárez cayó a la derecha y sacó un centro que Mario cabeceó con violencia al lateral de la red. Otros cuatro minutos después, en el 25, sacó el córner que Krohn-Dehli no atinó a despejar, dejándole una patata caliente a Iborra con la que se quemó todo el Sevilla: 1-0.

El Sevilla dio metros a este Villarreal de Denis y Jonathan dos Santos, otrora pretendido por Monchi. Sin el hombre que echó del Sevilla al gallego, éste redondeó la ecuación dándole el 2-0 a Bakambu en pleno desconcierto visitante.

Al Sevilla quizá le hubiese venido ayer bien Denis Suárez, aunque su sitio predilecto lo ocupa ahora Konoplyanka. Krohn-Dehli, como Denis Suárez, se ha desempeñado mejor hasta ahora en la banda izquierda, como el día del Barça. El Sevilla, con demasiados frentes, echó de menos a Banega y fue sorprendido por Denis Suárez. Emery lamentó la cita del City y a Denis le impidió Sergio Rico redondear su gran partido con un golazo. El de ayer era su partido Champions.

Séptimo partido oficial como visitante sin ganar

Cinco jornadas de Liga y dos de Champions son las que acumula el Sevilla sin haber podido conseguir ni un triunfo como visitante. A los empates ante Málaga, Levante y Eibar hay que sumar las derrotas en Las Palmas, Turín y Manchester. Pero de todas esas salidas, quizá la más dolorosa, por las consecuencias que puede tener para la clasificación final, haya sido la de Villarreal. El equipo de Marcelino recupera la distancia de ocho puntos sobre el Sevilla, un margen muy amplio pese a que sólo se llevan disputadas diez jornadas ligueras. El conjunto de Emery, que llegó a sumar el 42% de sus puntos a domicilio la pasada Liga, ha perdido ese cartel de visitante temible. Todo lo contrario, ahora es un huésped bienvenido en cualquier sitio.

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