Hasta a los propios técnicos sorprenden gratamente cada vez más las prestaciones del chiclanero Diego González, uno de los debutantes el pasado miércoles en Logroño y que, tras un primer tramo de temporada espectacular como central en el Sevilla Atlético, dejó muy grata impresión en el primer equipo como lateral izquierdo. Sin embargo, es ésta una posición que conoce bien este joven talento que no pasó desapercibido por los grandes en su etapa como juvenil.

Formado en la cantera del Cádiz, casi siempre fue extremo zurdo y lateral, tanto en el juvenil como en el Cádiz B, donde ya al final empezó a ser utilizado como central. Con 16 años llegó a debutar con el primer equipo en Albacete en una época en la que mantuvo un pulso importante con la directiva amarilla (fue apartado incluso) a cuento de una oferta de renovación. Diego tuvo una propuesta del Madrid y estuvo entrenándose con Roma y Liverpool (abril de 2013) antes de firmar finalmente contrato profesional. El Sevilla intentó su fichaje hace un año, pero el Cádiz lo cedió al filial del Granada, en el que apenas jugó.

Con un físico imponente, su limpieza con el balón indistintamente con la pierna izquierda como con la derecha lo convierten en un jugador muy, muy polivalente. Aunque donde más cómodo se encontró siempre fue en la izquierda, con una potencia subiendo de lateral bastante apreciable (aunque es cierto que Emery prefiere laterales de otro corte, con más aceleración y frenada), también ha jugado en la banda derecha, aparte de en el centro de la defensa, su habitual demarcación en el Sevilla Atlético, como de medio centro, donde Diego Martínez lleva semanas probándolo en los entrenamientos y jugó su último partido en La Línea. En conceptos defensivos destaca su poder aéreo y su concentración para estar siempre muy cerca de su marca e intimidarlo con su potencia de piernas.

El cuerpo técnico está contento con los tres debutantes, aparte de Luismi, al que ya conocía. Formado en la cantera del Madrid, David Soria, llegó en el mercado de invierno hace dos campañas después de probar fortuna en Inglaterra y Escocia para reforzar el Sevilla C. Desde entonces ha ido creciendo en sobriedad y técnica. Curro, por último, no debutó con 16 años de la mano de Míchel por una sanción con el juvenil un partido de Copa ante el Mallorca en el que sí lo hizo el coriano Gonzalo.