El camino de la necesidad y el crecimiento, tal y como argumentó Unai Emery, tiene una nueva parada en Riazor. Allí buscará el Sevilla su primera victoria a domicilio en la Liga, con la confianza de haberse quitado la mancha en Logroño, aunque fuera ante un rival de menor categoría.

Para ese reto que se le resiste, la baja de Banega se antoja inoportuna: "El equipo no depende de ningún futbolista para ser competitivo y ganador. Ganamos al Barcelona con N'Zonzi, Krychowiak e Iborra en el centro del campo y Krohn-Dehli en la izquierda. Son jugadores que nos dan mucho pero que, cuando no juegan, hay que sustituirlos con otros con otras cualidades. Siempre hay otros caminos, otras vías, y tienes que jugar con ellas".

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Lo que sí tiene claro el guipuzcoano es que el Sevilla está instalado en esa obligación continua. "Afrontamos el partido en una línea de necesidad, para recuperar posiciones en la tabla hacia nuestros objetivos. Tenemos una oportunidad ante un rival que está haciendo una grandísima temporada y que, a día de hoy, es un rival directo", dijo Emery, que elogió a su contrincante. "Jugaremos ante un Dépor en evolución constante, en cambio de posibilidades de juego y que nos va a exigir", argumentó. Y prosiguió: "La oportunidad de sumar los tres puntos es muy importante, ante un rival que está haciendo las cosas muy bien. Es una de las sorpresas positivas, tiene futbolistas con confianza y que están dando la oportunidad de recuperar a aquel Dépor. Veo un gran equipo y que está ahí porque se lo merece. Hay que ser capaces de dar un golpe allí para crecer".

Para ello, Emery es "optimista". "Veo al equipo con ganas, con respuestas a cosas que, aunque aún no han dado buenos resultado, nos servirán para el futuro. Y lo que queremos es que la gente que jugó el miércoles esté preparada. La victoria del otro día en Logroño es un punto de confianza importante para darle continuidad ante la exigencia".