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Un terapéutico empujoncito

  • La cita en Las Gaunas cumplió todos los objetivos para Emery: enchufó a jugadores, premió a canteranos, evitó esfuerzos y limpió la mente para empezar a ganar fuera.

Pocas veces un partido de fútbol permite que para un entrenador se cumplan todos los objetivos planteados. Casi siempre hay algo que no sale según lo previsto, pero en el caso de la visita del Sevilla a Las Gaunas en el estreno copero no sólo el 0-3 que señaló el marcador final sirvió para que todos regresaran contentos, sino que se cumplieron otros aspectos para que la cita se convirtiera en un terapéutico empujoncito para una plantilla que ha sufrido en el primer tramo de temporada por diversas cuestiones.

Lo primero era el resultado. Estaba claro. No sólo ganar, sino sentenciar la eliminatoria era prioritario para un equipo que tiene un diciembre muy cargado y exigente, con un partido decisivo en la Champions para su futuro en Europa y la necesidad de apretar en la Liga para recuperar el tiempo perdido y meterse de lleno en la pelea por los puestos de arriba. Además, el partido de vuelta en el Sánchez-Pizjuán es sólo cuatro días antes del derbi en Heliópolis y Emery necesitaba que sus jugadores no estén obligados a un esfuerzo adicional. El 0-3, además de permitir al técnico no tener que utilizar a jugadores importantes antes de visitar al Betis, se materializó relativamente pronto y posibilitó que ni el segundo tiempo siquiera tuviera que jugarse a un ritmo medianamente alto. Emery evitó además tener que hacer cambios (sólo Llorente salió desde el banquillo y lo hizo más por su jugar en su tierra) y logró que sus jugadores se desgastaran lo mínimo.

Pero, además, el triunfo en Logroño permitió al técnico enganchar a jugadores que van a ser necesarios a lo largo de la campaña, como el uruguayo Cristóforo, sustituto necesario para Krychowiak en algunos partidos de Liga (particularmente en casa) y que rindió a un nivel alto pese a su largo periodo de inactividad tras una grave lesión de rodilla. También sirvió para que Emery comprobara que puede confiar en Luismi ante las bajas en la defensa y para que otros que parecen haberse quedado atrás adquieran ritmo, caso de Reyes.

Igualmente, Emery pudo utilizar la cita para premiar el trabajo de varios jugadores de cantera. David Soria, Diego González y Curro tuvieron, además, un brillante debut cada uno en su misión. Y, por último -algo no menos importante pese al nivel del rival-, el Sevilla sumó su primera victoria fuera de casa, limpiando de cara a la Liga la mente de un equipo perseguido por cierta psicosis a no ser capaz de ganar lejos de Nervión.

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