Quedan apenas dos días para que Sevilla disfrute del primer derbi europeo de su historia. Será la sexta ciudad que tenga esa suerte tras Madrid, Barcelona, Londres, Milán y Bucarest. Un lujo. Y, además, entrado ya marzo y garantizando que uno de sus dos centenarios equipos será cuartofinalista de la Liga Europa.

Es la carta de presentación de una cita a doble partido que se presume apasionante. El todo o nada, la victoria cainita de conseguir un logro a costa del eterno rival. La posibilidad de menoscabar la esperanza naciente del Betis, aun en Liga, y acabar por enterrar sus ilusiones y mostrar su supremacía en el Sevilla. La opción de morir matando y andar con la cabeza en alto en el Betis.

Los dos se juegan lo mismo en el clásico número 118. No es cierto el debate que se está generando alrededor de cualquier tertulia de barra en la que en esta cuaresma se ha colado inopinadamente y con arrojo el fútbol: el Sevilla es favorito en la eliminatoria, sí, pero no por ello tiene más que perder que el Betis. Otra cosa es que los nervionenses tengan aspiraciones de llegar lejos en la competición y a los heliopolitanos pueda incluso estorbarles si lograsen enderezar el rumbo liguero.

Y el Sevilla es favorito porque esta temporada dispone de mejor plantilla, aventaja al Betis en 23 puntos en la clasificación de la regularidad y, además, cuenta con los recientes precedentes del 5-1 y el 4-0 en su estadio que podrían condicionar de modo diferente el estado de ánimo de los eternos rivales hispalenses.

Los precedentes

Y ésta es la principal encomienda de Gabriel Humberto Calderón, la de lograr borrar de la mente de sus futbolistas las goleadas recibidas en Nervión, ya que un gol temprano del Sevilla podría destapar los fantasmas.

La principal ventaja en este caso es que contará con un equipo prácticamente nuevo, ya que de los once hombres que fueron titulares el pasado 24 de noviembre sólo los laterales Juanfran y Dídac podrían repetir pasado mañana. Sara, Paulao, Amaya, Xavi Torres, Nono, Steinhöfer, Verdú, Vadillo y Jorge Molina, por una u otra causa, no están llamados a jugar en principio.

Unai Emery lo tiene más sencillo. Al revés que en el Betis, sólo Beto, Diogo Figueiras y M'Bia saldrían del once que se impuso por 4-0 en la ida liguera. La situación es tan opuesta que la labor del técnico guipuzcoano se centrará más en frenar la posible euforia de sus futbolistas y hacerles ver que están ante un partido de 180 minutos. Y es que un 2-0 sería un gran resultado e ir en busca de otro gol es arriesgarse a un 2-1 que podría complicar el pase.

Las dos zagas

Son las líneas que más dudas presentan en ambos equipos. En los locales está por ver si llega a tiempo Pareja y, de ser así, si juega él o lo hace Fernando Navarro como pareja de Fazio. Tampoco es segura la presencia de Javi Varas en la portería a la vista del buen momento de Beto y de las alturas a las que ha llegado la competición. Y la competencia entre Coke y Diogo lleva abierta todo el curso... Incluso, ayer, Alberto Moreno tuvo un leve percance en el entrenamiento.

En el Betis parece todo más claro, desde la suplencia de Amaya hasta la incrustación de N'Diaye como líbero entre Perquis y Jordi Figueras. Fuera de casa, Calderón ve al equipo más seguro con una zaga de tres o de cinco, según el rol de los laterales ese día, y todo hace indicar que jugará así en Nervión.

La conyuntura

Los adversarios asoman a este derbi europeo en el mejor momento de la temporada, pero en todo caso habría que matizar algunos aspectos, sobre todo del lado verdiblanco.

El Sevilla llega tras seis partidos sin perder y, entre ellos, hay algún resultado meritorio como la victoria ante la Real Sociedad e incluso enlazar dos triunfos seguidos a domicilio frente a Rayo y Almería. El empate frente al Valencia y la eliminatoria con el Maribor tampoco es que sean dignos de excesivas loas.

Pero en el Betis sí hay más dudas, ya que se impuso a un Rubin Kazán en horas bajas, empató frente al peor Villarreal del curso y ganó a un cadáver llamado Getafe al que sólo las rentas mantienen vivo. Quizá por eso necesita una prueba seria como este derbi e incluso la posterior visita a Elche en la Liga para refrendar esa mejoría que se atisba más por resultados que por sensaciones.

Clasificatoriamente, huelgan comentarios. Al Sevilla su buena racha le ha servido para tomar aire en la séptima plaza (será europea si Real Madrid y Barcelona, finalistas de Copa, acaban la Liga entre los seis primeros), con 5 puntos ya de ventaja sobre Valencia, Espanyol y Levante, mientras que el Betis ve la salvación aún a 8 puntos pese a su ligera ascensión estadística.

La cantera

Dos protagonistas claros hay en este sentido y el primero no puede ser otro que Reyes, quien ha sido el futbolista más decisivo en los últimos derbis, al punto de ganarse el favor de una afición que antes del 5-1 de la pasada temporada lo miraba con recelo.

En el Sevilla se alinearán también, posiblemente, el guardameta Javi Varas y Alberto Moreno si supera sus problemas en el peroné. Incluso Fazio, sin ser un canterano al uso, jugó casi dos años en el filial.

Al otro lado de la balanza se sitúa el Betis, pero no con ningún jugador en concreto, ya que por primera vez en años sacará un once titular sin canteranos. Tras la desmañada purga de este verano, se quedó sólo con dos, Nono y Vadillo, y ninguno jugará el jueves en Nervión. El portuense está sancionado y el puertorrealeño acaba de salir de una lesión, aunque podría hallar acomodo en el banquillo, en el que también podría sentarse algún chaval de la lista B.

Los entrenadores

Unai Emery ha disputado dos derbis, el 3-3 de Heliópolis del curso anterior y el 4-0 del presente, en el que recuperó parte del crédito perdido aquel día. Calderón es novato, aunque disputó 11 derbis como jugador con un balance equilibrado de 5 victorias, un solo empate y 5 derrotas. Además, el Betis se alzó vencedor de la eliminatoria, en este caso de Copa del Rey, que ambos litigaron en la 84-85, ya que al 1-0 de Nervión le sucedió un 3-0 en Heliópolis, en el que el delantero argentino hizo un gol de falta directa. En los anteriores, sólo había logrado otro tanto, de penalti. Sea como fuere, no le cogerá muy de nuevo un derbi.

Lyon, la única derrota

Sin contar la fase previa, en la que ambos ganaron todos los partidos, el Sevilla hizo 12 puntos en su grupo (3-3-0) ante Slovan, Liberec, Friburgo y Estoril, mientras que el Betis sumó 9 (2-3-1), con una única derrota ante el Lyon, con el que compartió grupo junto a Vitoria Guimaraes y Rijeka. Ante Maribor y Rubin, ambos ganaron un partido y empataron el otro.