Athletic-Mallorca | Final de la Copa del Rey

Ernesto Valverde y Javier Aguirre: ni rol de favorito ni gaitas

Muniain, Javier Aguirre y Ernesto Valverde bromean tras el posado ante la Copa del Rey.

Muniain, Javier Aguirre y Ernesto Valverde bromean tras el posado ante la Copa del Rey. / Miguel Ángel Acero / RFEF

En una final es imposible medir la ilusión. Y si, en todo caso, hubiera un ilusionómetro, si pudiera pesarse en gramos ese concepto abstracto en una báscula, seguramente el fiel de la balanza iría en paralelo a la tierra. No es más favorito el Athletic Club de Bilbao de Ernesto Valverde por tener el rol de favorito y el peso de la historia de su lado. No tiene menos ilusión el RCD Mallorca de Javier Aguirre por haberse colado en la final inesperadamente. No hay convidados de piedra en las finales.

Y la del Estadio de la Cartuja no iba a cambiar esta premisa universal del fútbol. "Queremos ganar el partido, competir bien ante un rival que tiene veinticinco puntos más que nosotros y que nos han ganado 4-0 en el último enfrentamiento, pero nos jugamos un título y lo vamos a pelear", dijo Javier Aguirre en su comparecencia de prensa, previa a la de Ernesto Valverde. Entre ambas, la Real Federación Española de Fútbol montó la foto con los protagonistas de las ruedas de prensa ante la Copa.

El favoritismo del Athletic es como una losa por haber perdido las cinco últimas finales de Copa, jugadas en tres últimos lustros. "Hemos jugado cinco finales y hemos perdido las cinco. Cuando no tienes nada no hay nada que perder", defendió Ernesto Valverde. "No sé si en una final se puede hablar de victimas y favoritos. No me importaría que me considerasen favorito si me diesen un gol, pero como no nos lo van a dar", matizó.

En ese sentido tiene claro que mañana "se trata de un partido de fútbol" y de "explotar tus posibilidades para ganar". "Es una final y aquí estamos todos para ganarla", zanjó.

El experto mexicano afronta su segunda final de la Copa después de que perdiera la primera con Osasuna en un partido que se fue a la prórroga ante el Betis en el estadio Vicente Calderón, en 2005. "Ahora estoy más reposado", dijo. "Ahora mis hijos están aquí con su padre, entonces eran pequeños. Estoy en el ocaso de mi carrera y de eso hace diecinueve años, ahora tengo mas experiencia", dijo.

El Vasco destacó de los vizcaínos su "velocidad". "Son tremendamente rápidos, son letales y si te equivocas te vacunan, muy dinámicos e intensos con la pelota y, hacia adelante, cualquiera te la puede liar". Siendo de ascendencia vizcaína bromeó sobre los deseos para la final sus sus familiares vascos. "Los he hecho dudar. Están mas para allá que para acá, pero no importa", bromeó. "Me sacaron los dieciséis apellidos vascos, los ocho de mi papá y los ocho de mi mamá. En mi casa crecí con los resultados del Athletic", reconoció.

"Es bueno en la estrategia y valiente cuando hace presión alta", elogió Valverde del equipo de Aguirre. El Txingurri sí ganó con el Athletic un título, la Supercopa de 2015, al Barcelona de Luis Enrique. "Esta, aunque la ilusión es la misma, quizás es una final más igualada y está más abierta", dijo. Nadie quiere ser favorito...

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