Grupo E

España - Polonia: Luis Enrique puede reñirse a sí mismo (1-1)

Luis Enrique recibe el abrazo de Morata tras su gol.

Luis Enrique recibe el abrazo de Morata tras su gol. / Marcelo del Pozo | Efe

Seguramente no lo hará, su soberbia se lo impide, al menos por lo que expresa hasta ahora en todas sus comparecencias, pero Luis Enrique tiene motivos de sobra para colocarse delante de un espejo y echarse una bronca de mucho cuidado. Su selección española, la que él ha elegido y ha moldeado hasta alardear hasta el infinito de ello, es la viva imagen de la mediocridad. Un empate contra Suecia y otro frente a Polonia, dos selecciones que en estos momentos están muy lejos de la elite de este deporte en Europa, en su arranque en la Eurocopa. Otra cosa sería en los tiempos de Brolin o de Lato, Deyna o Galocha y después Boniek, pero estamos en 2021 y juegan los que juegan.

Está claro que en España ya no lo hacen tampoco Iniesta, Xavi, Villa, ni siquiera Sergio Ramos, que debe estar muy fastidiado físicamente para justificar que haya habido que fichar a Laporte para dejarlo fuera de los elegidos. Pero ni siquiera con estas ausencias se acerca el nivel entre la selección que viste de rojo y con calzonas azules con estos polacos con su indumentaria habitual blanca y roja. El fútbol español, incluidos los emigrantes de ambos países, es infinitamente superior al polaco, algo que no se plasmó en absoluto sobre el seco césped del Estadio de la Cartuja.

Cabe suponer antes de oír sus explicaciones que será a la única excusa a la que se puede agarrar Luis Enrique para explicar que los suyos sumaran su segundo empate consecutivo como locales, no se olvide este aspecto que también tiene su trascendencia. España ni siquiera fue capaz de aprovechar que todas las circunstancias se le pusieran a favor. Uno a cero a los 25 minutos en una situación inesperada y con el VAR de, digamos, buena gente. Marcó Morata, sí, y eso también era noticia, aunque viendo sus remates en otras fases del encuentro, pues la duda no se ha disipado en absoluto sobre su nivel.

No más empatar Lewandowski ante el 'juvenil' Laporte, España contó con la colaboración del VAR para hacer justicia con un penalti; no lo aprovechó

Incluso, después de que Lewandowski le ganara el espacio a Laporte como lo hace un jugador experto con un juvenil, España volvió a tener la colaboración del videoarbitraje para haberse puesto por delante de nuevo. El ayudante de Orsato le indicó que Moder había pisado dentro del área a Gerard Moreno para hacer justicia desde los once metros. La selección podía subsanar el error defensivo de la igualada por la vía de urgencia, pero ni siquiera así lo logró.

Gerard Moreno estrelló el disparo en el poste derecho y en rechazo la pelota se dirigió hacia Morata con Szczesny en el suelo. El golpeo del delantero madrileño fue impropio de un delantero centro de una selección de nivel y pido perdón de inmediato por afrentar de esa forma al nueve de España.

En fin, si en la retransmisión televisiva se llegó a comentar que había hecho un “partidazo” cuando fue sustituido en los estertores después de no haber sido capaz de rematar ninguna con la excepción de su anticipación en ese centro-chut de Gerard Moreno... Pero conviene pasar página con rapidez sobre la figura de Morata para centrarse en el desbarajuste que fue la selección de Luis Enrique.

España, como si todo hubiera sido perfecto contra Suecia, no cambió apenas nada desde la confección del equipo inicial por parte de Luis Enrique y su cuerpo técnico. La única variación era la entrada de Gerard Moreno en el puesto de Ferran Torres. Lo demás era exactamente igual que en el debut, con una salvedad, Polonia no salió tan dispuesta a dejarse someter como Suecia. Incluso el primer aviso les perteneció a ellos con un disparo alto de Klich con cierta mala intención.

Morata acertó a la segunda que tuvo, pero después volvió a estar negado en el resto de sus remates, aunque igual y estuvo perfecto

Fue la primera propuesta para que después se viera que los polacos tampoco tenían mucho nivel para pelearle a España la posesión y el dominio. Con Rodri empujando hacia arriba la selección sí fue capaz de moverse por las cercanías de Szczesny, aunque la producción antes del gol se limitó a un tiro raso de Dani Olmo y un intento de picar la pelota de Morata cuando tenía su primera opción nítida de gol.

Afortunadamente, acertó el delantero centro en la segunda y eso debía conducir a tiempos mejores. Para nada, una falta directa de Gerard Moreno y los primeros avisos de Polonia, sobre todo en un regalo de Jordi Alba que Swiderski estrelló en el poste para que después Unai Simón salvara ante Lewandowski.

El delantero polaco no acertó esa vez, pero no iba a desaprovechar la blandura de Laporte en la segunda que tuvo. España debía remar de nuevo contracorriente y pudo dejar de hacerlo muy pronto, pero Gerard Moreno estrelló el penalti en el poste antes de que Morata golpeara el rechazo de forma horrible, y disculpas por decirlo.

Desde ahí España fue un quiero y no puedo, una sensación de impotencia absoluta, con los cinco cambios de Luis Enrique para que no variara absolutamente nada durante el camino. Un tiro made in Morata, otro balón que no llegó a rematar el delantero centro en un buen centro y, por último, la despedida no sabiendo aprovechar una dejada de Sarabia con el pecho. Todo eso lo hizo, mal, Morata, aunque ni siquiera él tiene la culpa, que no es cuestión de ser anatemizado. Pero Luis Enrique sí tiene muchos motivos para reñir, como suele hacer en las ruedas de prensa, aunque mejor que se riñera a sí mismo. Igual y acertaba, aunque otra vez perdón por sugerir semejante autocrítica.

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