Nadie ha sido capaz por ahora de acallar los cañones en Ucrania, pero el fútbol lo intentará. La liga ucraniana arranca hoy, en víspera de que se cumplan seis meses del inicio de los combates entre ucranianos y rusos. "Es una iniciativa única en la historia. Fútbol contra la guerra en condiciones de guerra. Fútbol por la paz", aseguró Andrei Pavelko, presidente de la Asociación Ucraniana de Fútbol (AUF).

Dos equipos se han caído de la lista. Por razones obvias, el Mariupol no disputará la liga ucraniana, porque esa ciudad portuaria fue tomada por las tropas rusas. Tampoco será de la partida el Chernigov, una de las ciudades más castigadas en la campaña militar rusa.

La federación recibió un protocolo de seguridad para la celebración del campeonato consensuado entre el Ejército, las fuerzas de seguridad y las autoridades locales. Igual que para el resto de civiles ucranianos, la palabra clave para los futbolistas es la seguridad. De hecho, aún no se conocen ni los horarios ni los estadios en los que se disputarán los encuentros de la segunda jornada. No es improvisación. Es seguridad.

Lo que se sabe es que los partidos se disputarán sin público y con la presencia de un importante contingente militar. En caso de que suene la alarma aérea, los participantes en el partido deberán cobijarse en los refugios antiaéreos que serán habilitados con ese fin a escasa distancia de cada estadio. El protocolo reza que el refugio no debe encontrarse a más de 500 metros del estadio. Los futbolistas y demás personal han sido adiestrados en caso de alarma. "Celebrar torneos de fútbol durante la guerra no tiene que ver solo con el deporte. Se trata de demostrar el coraje de nuestra gente, su espíritu indomable y su deseo de victoria", aseguró Pavelko.

La liga 2021-22 se suspendió oficialmente en abril con la declaración de la ley marcial. El Shakhtar, líder en ese momento, fue declarado ganador, pero no se repartió ninguna copa. El balón empezará a rodar y la primera jornada será inaugurada por el campeón, que no disputa los partidos de casa en su estadio desde 2014 por la sublevación armada prorrusa en el Donbás. Mucho ha llovido en Donetsk desde que acogiera en 2012 la Eurocopa. Los mineros recibirán al Metallist 1925 en Leópolis, la capital del oeste del país y destino de millones de refugiados en los últimos meses. El Metallist también sabe de primera mano lo que es conflicto, ya que su ciudad, Járkov, ha sido una de las más afectadas por los bombardeos rusos.

La liga la disputarán 16 equipos. El otro equipo del Donbás, el Zorya de Lugansk, jugará en Zakarpatia, que acogerá dos partidos en la primera jornada, ya que es considerada una de las regiones más seguras del país. El resto de encuentros se disputarán en Kiev, cuyo asalto por parte de las tropas rusas se descarta por el momento.

En cambio, los partidos europeos no se jugarán en territorio ucraniano. Recientemente, el Dinamo Kiev recibió en Polonia (Lodz) al Benfica (0-2) en la fase previa de la Liga de Campeones. Lo mismo ocurre con el Dnipró-1 de Dniepropetrovsk, el Zorya y el Vorskla de Poltava. El Shakhtar también disputará los partidos de Champios en el extranjero.

El gran dominador del fútbol ucraniano en los últimos años no dispondrá de su habitual colonia de brasileños. "Seremos un equipo con jugadores ucranianos hambrientos. Es hora de sobrevivir, ser una familia y hacer algo bonito por nuestra gente,", comentó el croata Dario Srna, legendario futbolista y ahora secretario técnico del Shakhtar.