Deportes

Grandeza y fuerza interior

  • Del Nido y la plantilla les dan las gracias a los aficionados por su apoyo en un curso tan difícil y sueñan ya con otro título · "Antonio, quédate" o "Sois los mejores", mensajes cruzados

Fue una loa colectiva a la fuerza interior del Sevilla y del sevillismo. Una demostración de admiración mutua. Una retahíla de agradecimientos con doble dirección, desde la masa de una afición enfervorizada con sus héroes y de éstos hacia la fiel infantería de a pie, la misma que se desplazó en masa a más de mil kilómetros y que revirtió con su pasión la poca consideración del fútbol español hacia un club que se retroalimenta con su fuerza interior.

Desde José María del Nido hasta Antonio Álvarez, pasando por Palop, Kanoute, Jesús Navas o Diego Capel, todos quisieron devolver a los miles de aficionados concentrados en el centro de Sevilla el apoyo durante un curso calificado por los protagonistas como el más duro de los últimos años. El problema de corazón de Sergio Sánchez, lesionados de gravedad como Kone o Dragutinovic, lesionados de larga duración como Fazio, Acosta, el propio Squillaci, Perotti, la destitución de Jiménez, el cansancio de una plantilla que ha tenido que sacar fuerzas de flaqueza para aguantar con una fe formidable hasta el último segundo, la baja inesperada de Luis Fabiano para jugar la final de Copa y, por último, el agravio de la RFEF de llevar este partido a Barcelona. Todo eso estaba detrás de los mensajes de los profesionales y en las mentes de los aficionados. Y por eso unos y otros se dedicaron loas en medio del éxtasis colectivo.

"Los sevillistas os estaremos eternamente agradecidos, ustedes nos habéis dado la mayor gloria que nos podíais dar, los títulos. Y esta segunda Copa conseguida en dos ratitos demuestra que el proyecto es sólido, que no es algo coyuntural, sino algo cimentado para dar gloria a la ciudad de Sevilla", dijo Del Nido en el discurso institucional antes de dirigirse a su afición desde el balcón del Ayuntamiento: "Quien quiera saber qué es la grandeza, que mire esto. ¡Qué grande eres Sevilla!" repitió el mandatario desgañitándose.

Antonio Álvarez fue recibido con el cántico de "Antonio, quédate". El técnico marchenero evitó todo protagonismo: "Hermanos sevillistas, ha sido para mí un orgullo dirigir el equipo y llevarlo a lo máximo. Había 1.000 kilómetros de distancia, era día laborable y no hemos notado la falta de nadie, de nadie. Nos habéis apoyado y por eso somos los campeones", dijo el marchenero.

Palop, para el que se pidió con fuerza un sitio en la selección, se estrenó en los festejos por un título como primer capitán. "Intentaré hacerlo lo mejor posible y que la gente sienta que son ellos los que llevan la Copa", había dicho. Y el meta ofreció en volandas el trofeo a la hinchada: "Afición del Sevilla, somos campeones. Estamos aquí de nuevo y os prometemos que volveremos. ¡Viva el Sevilla!", arengó.

Luego llegó el turno para los dos pequeños héroes de la cantera. Primero un eufórico Diego Capel: "¡Sevillistas! ¡Sevillistas! ¡Sevillistas! ¡Qué grandes sois, qué grandes sois! ¡Viva el Sevilla!", reiteró. Y Jesús Navas, desconocido en estas lides, sorprendió sacando más voz que nunca: "Volvemos a ser campeones, vamos a por más títulos, gracias a vosotros vamos a conseguir más cosas. ¡Viva el Sevilla!".

No podía faltar en el turno de palabra de la Plaza Nueva el segundo capitán, ese líder espiritual del grupo que es Kanoute: "Afición del Sevilla: sois los mejores. Muchas gracias", dijo. Antes, había reflexionado en la radio del club sobre la importancia de lo logrado. "Ha sido la temporada más larga, porque hemos sufrido mucho, pero al final hemos tenido mucha fuerza. Y ganar este título ha sido un gran alivio. Hacía mucho tiempo que no ganábamos un título, y queríamos disfrutar ya esta alegría, después de dos años sin nada hacía falta y creo que la afición va a esperar siempre títulos, y entonces no podemos parar. He ganado casi todo en el Sevilla y estoy contentísimo, muy alegre y seguro que vamos a ganar otro título el año que viene", prometió el franco-malí. Pero no se quedó ahí. Como Del Nido, incidió en el esfuerzo tremendo de la afición: "Hay que dedicárselo a la afición, a los que han viajado a Barcelona. En el campo era increíble cómo nos han apoyado. Y les damos las gracias".

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