Heskey atascaba el engranaje

Defoe por Heskey. Así de sencillo. Velocidad y movilidad por presencia y prolongación. Alfil por Torre (o Caballo). Esa era la clave para que la Inglaterra de Capello echase andar por fin en este Mundial y le han hecho falta dos partidos llenos de impotencia para quitar el obstáculo del engranaje y engrasarlo con velocidad.

Inglaterra se la jugaba y el técnico italiano hizo caso a medias a Terry, para que no se cuestione su mando. El ex capitán con galones pedía la entrada de Joe Cole junto a Rooney y la salida de Heskey, que ralentizaba mucho el juego arriba. Menos pelotazo y más pase al espacio.

En lugar del jugador del Chelsea, la apuesta fue Jermain Defoe. Todo un acierto que se vio desde el principio. Más aún cuando en el 23 el zurdo cazó un balón al segundo palo y remató a bocajarro en el aire sin tiempo para la reacción de Handanovic.

Pero más allá del gol, el jugador del Tottenham ha dado otra luz al ataque. Alumbró a Rooney abriéndole espacios donde antes el estático Heskey aguantaba el balón y daba pausa.

Su rapidez era propicia para tirar diagonales que dejara el centro libre para el delantero inglés, que en los dos partidos anteriores había estado desaparecido ante la ausencia de un socio que jugara con el balón por el suelo y perdido en la pelea por los balones que manaban de la cabeza de Heskey en el juego directo.

Ante Eslovenia, Rooney ha gozado de oportunidades, no ha tenido que bajar tanto para recibir el balón e incluso ha dado un palo. Hasta que fue cambiado y se fue sin hacerle mucha gracia.

Joe Cole fue el recambio y compartió ataque entonces con Defoe. Más velocidad aún. Nada de Crouch ni Heskey (todavía). Hasta que Capello entendió que el peligro de la clasificación venía por arriba. Vuelta atrás al final y Heskey a hacer su función. Prolongar, esta vez para Cole, y sobre todo defender saques de esquina. Si estorba en un área, por lo menos que sea al rival.

Inglaterra a octavos y con la lección aprendida. Con velocidad acompañando a Rooney, ya sea la de Defoe o la de Cole, la cosa cambia, y mucho. ¿Hay que ser técnico para ver que ese era el problema?