Oxígeno para el Real Betis Futsal después de un triunfo por la mínima ante el Burela FS que se complicó desde los primeros instantes. Un parcial de 2-0 para los gallegos puso en apuros a unos béticos que vieron cómo su objetivo de la salvación empezaba a distanciarse, pero el canterano Juanan alzó la voz para mantener a los suyos en el pulso con un hat-trick. El pitido final destapó el alivio para los de Ramón Martínez, que acechan la permanencia a tres puntos.
Sonrió el Betis Futsal al término de su compromiso de la Jornada 26 en casa del Burela FS (3-4). Los colistas vendieron muy cara su piel, y es que los béticos sufrieron lo indecible para certificar su gran remontada a cuatro minutos de la conclusión.
Los verdiblancos se jugaban una gran parte de su salvación visitando a un Burela FS ya descendido, pero que tiró de orgullo para poner en aprietos a unos sevillanos sorprendidos en los primeros minutos. Incluso sin jugarse nada deportivamente, los gallegos practicaron un juego alegre que ahogó a los andaluces nada más echar a rodar el balón. Iago Míguez tardó tres minutos en hacer saltar las alarmas béticas al instaurar el 1-0 a los tres minutos de partido e hizo brotar un manojo de nervios en las piernas visitantes.
Quintela dobló las distancias en el marcador entrados en el minuto 15. Aquí fue cuando los jóvenes talentos andaluces dieron un paso al frente, sobre todo un Juanan que, después de erigirse como uno de los máximos goleadores de Segunda División, trasladó su idilio a la élite dando vida a los suyos. De sus botas nació el 2-1 que avivó las opciones verdiblancas justo antes del descanso, pero su olfato anotador siguió dando muestras nada más comenzar la segunda mitad.
En el primer minuto tras la reanudación, Juanan sacó a relucir de nuevo su zurda con el 2-2 que dejó todo por decidir. A la par que ambas escuadras veían ampliarse constantemente su casillero de faltas, Isma enmudeció al banquillo visitante con el 3-2 que anuló el intento de escalada del Betis Futsal en la tabla. La respuesta de los de Ramón Martínez sobresalió en mitad de un precioso correcalles con opciones de marcar en las dos áreas. La fortuna se alió del lado sevillano en un rebote que acabó con Quintela introduciendo el 3-3 en su propia portería a falta de cinco minutos.
No se conformó con el empate el conjunto bético y salió a pecho descubierto sondeando el volteo al resultado con portero-jugador en pista. Y Juanan obró el milagro con su primer hat-trick en Primera División, rematando de primeras un balón escorado que hizo estallar de júbilo a los béticos.
El travesaño, en el último minuto de partido, fue esencial para preservar la victoria por la mínima de unos béticos que, aunque permanecen en la penúltima posición, ya vislumbran su objetivo a tres de distancia.
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