Arouna Kone quiere devolver al Sevilla toda la confianza que puso en él cuando lo firmó en 2007 por cerca de 14 millones de euros. Entonces era uno de los delanteros más codiciados de Europa y Monchi estaba contentísimo con la gestión y el esfuerzo realizado por el Sevilla. Sin embargo, el infortunio se cruzó en el camino del delantero, que en 2008 y 2010 sufrió dos gravísimas lesiones en su rodilla izquierda. Ahora, Kone mira con optimismo al futuro. Pero el Sevilla está inmerso en algo más que una transición y por ello debe convencer a Monchi para no ser uno de los futbolistas que salgan, de un modo u otro, en verano.

Al igual que Gregorio Manzano, cuyo deseo de renovar choca con la necesidad del club de partir de cero en un nuevo proyecto, Kone afronta los nueve partidos que quedan como un acelerado test a contrarreloj. "Para mí el primer objetivo es ayudar a los compañeros a terminar la temporada, que está siendo difícil, y yo ahora estoy disponible para ayudar a los compañeros. Si el entrenador me da la oportunidad, quedan nueve partidos y será muy bueno para mí jugar alguno". "Con la salida de Luis Fabiano -añadió- estoy aquí y voy a dar todo sobre el terreno para demostrar que tengo calidad y ganas de hacer algo para el club". Pero su verdadera meta es el próximo año: "Yo sé que la afición espera mucho de mí, lo sé, y estoy trabajando para estar en mejor nivel. El próximo año seguro que me voy a quedar aquí. He tenido también la mala suerte de dos graves lesiones, pero creo que voy a terminar esta temporada y mi objetivo principal es la próxima campaña".