Pablo Machín compareció ante los medios de comunicación horas después de su destitución como técnico del Sevilla. El soriano dijo haberse sentido "un privilegiado" durante su etapa en Nervión. "Han sido nueve meses, de los cuales ha habido momentos enormemente felices y en los que pintaban muy bien las cosas y otros en los que los resultados no se han dado, pero quiero agradecer la confianza que se depositó en mí en ese mes de junio".

El preparador admitió que le pilló "por sorpresa" su cese, pese a la eliminación sufrida ayer a manos del Slavia de Praga. Sobre todo "por la inmediatez" del partido de este domingo ante el Espanyol. "Pensaba que tendría la oportunidad de estar en Barcelona, pero el mundo del fútbol a veces es ingrato. Se ha tomado una decisión y yo la tengo que acatar", comentó.

Por otro lado, Machín fue cuestionado por la plantilla confeccionada por Caparrós. "En cuanto a la planificación cambiaría muy pocas cosas, porque a veces también entra ese factor externo que son las lesiones, que nos han afectado", especificó. Además, deseó que "Joaquín dé con la tecla" y que el Sevilla pueda cumplir sus objetivos en este tramo final de campaña.

Sobre Caparrós, aseguró que "por sevillismo", el utrerano era "el número uno" para asumir el cargo. Y avaló sus 500 partidos dirigidos en Primera División.

El soriano también tuvo palabras para "la magnífica afición sevillista", a la que agradeció el haber estado "siempre" con su equipo, y para los futbolistas. "En ningún momento he tenido dudas de su implicación", recalcó sobre éstos últimos. "Dentro de la plantilla hay mucho valor futbolístico, pero también humano".

"Que nadie tenga ninguna duda de que mi implicación ha sido máxima", concluyó Machín, que aseguró haberse sentido "un sevillista más" durante su temporada al frente del cuadro hispalense.