Como estaba previsto desde la noche del viernes, el cuarto fichaje del Betis para el regreso a Primera llegó ayer por la tarde a Sevilla para hoy pasa el reconocimiento médico y firmar su contrato con la entidad verdiblanco. Javier Matilla, el centrocampista deseado por Pepe Mel, apareció a las siete y media de la tarde en la estación de Santa Justa, desde donde se desplazó al estadio para conversar con los dirigentes béticos. No lo hizo acompañado de Jefferson Montero, su compañero en el Villarreal, por aquello de que éste se encuentra disfrutando de sus vacaciones en Ecuador, aunque también tiene previsto viajar hasta Sevilla en los próximos días para cerrar su cesión con el Betis.

Con los fichajes de los dos jugadores del cuadro castellonense y la incorporación de Fabricio, acordada el pasado viernes, el Betis deja prácticamente cerrada la primera fase del verano, con cinco refuerzos que amplían la competencia de la plantilla. Ahora la prioridad pasaría por encontrar a otros dos centrales que completen las peticiones de Mel, aunque la dirección deportiva se lo tomará con más calma, salvo que el mercado ofrezca una posibilidad irrechazable. El motivo que provoca este freno es la situación económica del club, ya que se está a la espera de darle salida a algunos jugadores que dejen algún dinero en la menguada caja, lo que permitiría afrontar otras incorporaciones.

Los tres últimos fichajes se tiene previsto compensarlos con la inminente venta de Nelson, por el que se viene negociando en los últimos días con sus agentes, a la espera de que se concrete su salida. El ahorro de la ficha del caboverdiano -cifrada en casi un millón de euros- y una cantidad de dinero que se obtendría por su traspaso vendrían a sufragar los tres últimos fichajes. Para realizar nuevas inversiones, los administradores concursales ya le han comunicado a la dirección deportiva que se tendrían que producir nuevas salidas, con los nombres de Goitia, Fernando Vega, Arzu, Emana o Jonathan Pereira encima de la mesa de los técnicos. Con el gallego se contaba en un principio, pero la llegada de Montero, que puede ocupar ambas bandas, lo ha colocado también entre los transferibles, por aquello de conseguir una compensación económica por su salida.

Quien sí vestirá la elástica verdiblanca, como era su intención desde un principio, es Matilla, que ayer no escondió su deseo e incluso desveló una decisiva conversación con Mel. "Estoy contento y, sobre todo, más tranquilo, porque después de dos semanas de ajetreo todo ha llegado a buen puerto. Yo estaba tranquilo porque tenía claro lo que quería hacer. Quería ir al Betis y si no, tenía contrato con el Villarreal y lo iba a cumplir. Ha habido un punto de intranquilidad, pero sabía que las posturas se iban acercando", manifestó el centrocampista, que también apuntó los motivos que le llevaron a aceptar la propuesta del equipo verdiblanco: "He tenido la oportunidad de ver varios partidos y el estilo de juego y el entrenador me atraen. La idea que tiene, por lo que sé, será igual en Primera que en Segunda. Hace unos días hablé con Mel unos minutos. Me demostró el interés que tenía por mí, y eso me dio el último empujón para tener más ganas todavía de venir. Sabía que si salía iba a ser un a un sitio bueno".

La dirección deportiva bética no se lo pensó dos veces cuando la opción de fichar a Matilla se puso a tiro. Los informes que se manejan en el club son excelentes en cuanto a la proyección del centrocampista, quien ya fuera objeto de deseo por Víctor Fernández. Ahora será del Betis, una vez que pase el examen médico.