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Mejor trámite que otra cosa

  • El Sevilla debe hacer bueno el 2-4 de la ida para clasificarse ante el Atlético Ciudad. Jiménez tendrá que recomponer el centro de la defensa por las bajas

Segundo acto para el Sevilla en la Copa del Rey 2009-10 y la sensación generalizada de que el conjunto de Manuel Jiménez ya tiene metida su bola en el bombo de los octavos de final. El 2-4 de la ida frente al Atlético Ciudad murciano indica que los sevillistas tienen un 99 por ciento de posibilidades de seguir adelante en la competición, pero fútbol es fútbol, que diría don Vujadin Boskov, y siempre conviene estar con las orejas tiesas para evitar cualquier disgusto de gran magnitud. Está claro que se trata de un trámite a cumplimentar, pero mucho mejor así que estar obligado a la heroicidad, dicho con las mayores comillas del mundo, de tener que remontarle un 4-0 a otro Segunda B como el Alcorcón.

Ésa es la ventaja con la que cuentan los nervionenses a la hora de afrontar este partido de vuelta de los dieciseisavos de final. Los hombres de Jiménez, a pesar de no comenzar demasiado bien en Cartagena, le dieron la suficiente seriedad al primer envite y gracias a ello podrán tomarse esta segunda cita con toda la tranquilidad del mundo. Claro que en el fútbol puede pasar de todo y hasta habrá quien diga que cosas más grandes se han llegado a ver, pero más grande que un Atlético Ciudad ganando por 0-3, 1-4, 2-4 (y penaltis), 3-5 o por lo que sea en el Sánchez-Pizjuán...

Es evidente que un resultado de semejante índole superaría incluso la condición de terremoto en el Sevilla Fútbol Club de la época. Después de los sustos proporcionados por Denia, Rayo Vallecano, cuando también era de Segunda B, y la Ponferradina en los últimos años, en esta ocasión pertenecería al género de lo quimérico todo lo que no sea la clasificación de los sevillistas. Pero ni siquiera en esas circunstancias quiere Jiménez que exista la más mínima confianza y por ello trataba de mentalizar desde ayer a sus futbolistas para que desconecten del gran esfuerzo protagonizado frente al Villarreal para centrarse en este choque copero.

No lo va a tener fácil el técnico nacido en El Arahal para que sus hombres puedan meterse de lleno en este envite antes del parón por los partidos de la selección española. Tal y como se ha explicado anteriormente, la sensación generalizada es que ya está todo hecho y es complicado pensar con un mínimo de concentración en este encuentro copero.

Tampoco contribuye en exceso a todo ello las convocatorias de las diferentes selecciones nacionales. Para empezar, la noticia de ayer en el Sevilla no tenía nada que ver con este partido frente al Atlético Ciudad y sí con la persona de Jesús Navas. Es lógico, pues se trata del principal estandarte de la cantera en estos momentos y fue citado por primera vez para la selección española absoluta. Pero no se queda aquí la cosa, también desde el extranjero se producen algunas circunstancias. Por ejemplo, ya habían quedado descartados desde la pasada semana los franceses Escudé y Squillaci y los marfileños Zokora y Romaric debido a las citaciones con sus respectivos combinados nacionales. Claro que en ese sentido extraña sobremanera que Manuel Pellegrini convocara ayer a Lassana Diarra, igual de francés que los dos centrales sevillistas de no ser porque éstos cuenten con un permiso especial de su entrenador tras el resultado que se produjo en la ida. Es evidente que las circunstancias no son las mismas que las que padece un Real Madrid obligado a remontarle ese 4-0 al Alcorcón y Jiménez le otorgaría una licencia especial a sus dos futbolistas para que pudieran preparar con antelación el decisivo Francia-Eire por la repesca mundialista. Menos comprensible tal vez sea que Romaric, con la falta de minutos que tiene, se haya ido antes de tiempo a una Costa de Marfil que ya está clasificada y que tampoco se juega nada.

Pero las cosas de las selecciones son así y Manuel Jiménez tendría serios problemas para confeccionar una lista de convocados de 18 hombres. El hecho de que en la Copa, ante equipos de Segunda B, se permitan que sean sólo 16 los inscritos en el acta beneficia en este sentido al entrenador sevillista a la hora del recuento. Sea como sea, sin embargo, está claro que las diferencias de calidad entre quienes defiendan la camiseta del Sevilla y quienes se pongan la elástica del Atlético Ciudad será considerable. No estarán los internacionales, pero el peor de la plantilla sevillista sería capitán general a las órdenes de Julián Rubio. A partir de esa premisa incuestionable, sólo será cuestión de que los blanquirrojos no se compliquen la vida más de la cuenta y saquen adelante el trámite sin lesionados.

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