Como en sus mejores tiempos, el actual subdirector general deportivo emprendió el pasado viernes un viaje a Sudamérica con el objeto de peinar un mercado futbolístico que históricamente siempre permitió la posibilidad de encontrar buenos proyectos a precios más o menos asequibles.

Monchi viajó fundamentalmente para seguir partidos de la Copa Libertadores, aunque también, por su escala en Argentina, tendría la oportunidad de ver algunos encuentros del torneo Final (nueva denominación del Clausura) que, por ejemplo se disputaron este domingo.

Aunque el motivo del viaje no es más que el de recabar información, está claro que la planificación de la próxima temporada está muy presente en la mente del de San Fernando y un puesto en particular debe hacer que se intensifique la búsqueda. El Sevilla necesita uno o dos centrales de empaque o con materia para llegar a asentarse en la Liga española. El problema que tiene el club en esa demarcación es serio. Federico Fazio puede salir este verano si llega una oferta y el jugador la acepta, Botía tiene pinta de que no va a seguir porque su rendimiento no haría lógico que el Sevilla ejerciera la opción de compra y habrá que ver si Spahic vuelve tras su cesión al Anzhi, que también tiene un derecho de compra pactado.

El Sevilla puede verse sólo con Alexis, cedido en el Getafe y que Emery ha reconocido que lo ha seguido in situ, y Bernardo, que debe volver de Gijón. Cala tiene la intención de salir y en el filial no hay jugadores que empujen de verdad. Atienza termina contrato e Israel Puerto, aunque apunta cosas, aún se antoja un proyecto bastante verde como para apostar decididamente pot él.

Monchi permanecerá al menos una semana por Sudamérica, donde, por ejemplo, la próxima madrugada puede asistir al Vélez Sarsfield-Peñarol de Copa Libertadores, mientras que el jueves se enfrentan en Uruguay Nacional y Boca Júniors.

Al club xeneize pudo verlo también anoche en la liga argentina, pues había fijados dos partidos, el Atlético Rafaela-Boca y el Lanús-Arsenal de Sarandí.