Mucha convicción y también cautela

Convicción, concentración, acierto máximo, eficacia... Pero también equilibrio, mesura, precaución, cautela... Entre esas dos líneas de actuación espera Unai Emery que se comporte el Sevilla para intentar la machada de darle la vuelta a un marcador tan adverso como un 0-2 y además hacerlo en el hervidero que será el Benito Villamarín, ante una hinchada enfervorizada hacia su equipo, que, para más inri, es el eterno rival y tiene en su mano la posibilidad de marcar un hito con la victoria definitiva en el primer derbi europeo de la historia del fútbol sevillano.

Todos esos registros los manejó el entrenador sevillista en su comparecencia oficial previa al partido, que, por razones protocolarias prescritas por la UEFA, debió realizar en la sala de prensa del Benito Villamarín, donde evitó hacer el entrenamiento previo, que es optativo.

El Sevilla no tiene otra opción que salir a ganar y además con holgura, pero con matices que pasó a señalar el guipuzcoano: "Tenemos la necesidad de ganar y de hacerlo por más de un gol. Esa situación nos obliga a tener más miramiento hacia la portería contraria, ¿pero eso cómo lo ejecutas durante 90 minutos?", se preguntó. "Porque por mucho correr no vas a llegar antes, lo importante es llegar", se contestó a sí mismo. Al hilo de esta cuestión, dejó pistas sobre si jugará con uno o dos delanteros: "Puede haber dos delanteros, pero si no llega el balón no hay opciones de rematar, igual que puede haber un delantero, pero llegan balones y no se remata… Ese equilibrio es muy importante. Contra el Betis y el Valladolid fuimos capaces de generar más ocasiones y peligro con un delantero, pero en Almería con dos delanteros tuvimos muchas oportunidades. De las dos maneras tiene llegada". Más preocupado se mostró con la temeridad: "Vamos a jugar a que el partido no muera en un espacio de tiempo corto, no queremos quedarnos sin opciones y sabemos que no vamos a solucionarlo en 10 minutos, tenemos que jugar un partido de 90".

Emery indicó dos conceptos clave que debe plasmar sobre el césped el Sevilla, personalidad y eficacia. "Tenemos que hacer tres goles para pasar. Lo que nos planteamos es tener personalidad y jugar para ganar, pero insistiendo en el cómo juegas para ganar. Hay muchas vías, lo que no puedes hacer es jugar para ganar de una manera acelerada en la que puedas contribuir a que el equipo rival encuentre situaciones favorables", añadió insistiendo en la cautela. "Lo más importante es tener personalidad y tener eficacia con esa personalidad", reiteró.

El técnico de Fuenterrabía asumió como un mal inevitable que debe afrontar el cúmulo de bajas en la medular: "El gran hándicap del equipo, sin duda, son las lesiones, sobre todo en el medio centro. Son contratiempos que surgen a lo largo de la temporada y que nunca los tienes marcados, pero que sabes que aparecerán", dijo en referencia al infortunio de Cristóforo. Aun así, quiso tranquilizar a los suyos: "M'Bia está apto médicamente, no sabemos exactamente hasta qué punto va a estar para jugar desde el minuto 1 al 90, pero es una opción que barajamos al margen de la recuperación acelerada que está teniendo Carriço", sorprendió Emery, destacando que se trata de "un caso muy particular". Sin embargo, posteriormente no incluyó en la lista de convocados al portugués, ni siquiera a Trochowski, a pesar de la merma importante de efectivos en esa parcela del campo.

Con Carriço descartado se abre el carrusel de opciones: "El Sevilla siempre ha funcionado con jugadores de cantera y no es casualidad que Luismi esté entrenando desde enero. El partido de mañana tiene una carga de responsabilidad muy alta, sí, pero los futbolistas crecen en este tipo de situaciones. Luego hay cambios de posición de futbolistas. Fazio ha jugado también en esa posición y son situaciones que también barajamos".

No se sabe muy bien si con estas palabras Emery jugaba al despiste o no. Lo que sí está claro es que cuenta con la motivación del equipo: "La motivación nuestra es ponerse la camiseta del Sevilla. Más que eso no hay", dijo en una lacónica frase que seguro que caló en muchos sevillistas. "Ahora no somos favoritos, vamos a darle continuidad a ese 0-2 y sabemos que hay que darle la vuelta. Ellos juegan con su afición, pero nos vamos a aislar de eso. Nosotros nos debemos a toda esa ilusión de la gente, los que estén en el campo y los que estarán tras el televisor, tenemos que trabajar en eso y no fallar".