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Nervión espera con ganas a su Sevilla

  • Tras veinte días sin fútbol y con el amargo empate ante el Eibar digerido, al fortín hispalense asoma un Celta en crisis Iago Aspas, posible novedad

Tres semanas sin fútbol por mor de ese espanto que llaman Mundialito y de esas vacaciones navideñas que algunos no entienden en el deporte de élite. En ésas asoma el Sevilla de nuevo ante su gente, que lo espera, aún en el ambiente festivo de estas calendas, con más ganas que nunca. Ambiente previo de fiesta, con muchos niños en la grada a la seis de la tarde, seguro que sí, y enfrente tendrá que lidiar con un rival, el Celta, que ha ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo como ese champán descorchado sin mesura en estos días.

Comparece el Sevilla sexto en la tabla y con la necesidad de puntos, aunque parezca lo contrario habida cuenta de su buena temporada hasta la fecha. Es cierto que le falta ese partido ante el Real Madrid, pero no lo es menos que en el Santiago Bernabéu, en los últimos años, raro es el equipo que araña siquiera un puntito. Por eso, y porque Valencia y Villarreal aprietan en la pelea por Europa y sobre todo por esa cuarta plaza sin dueño, el equipo de Emery está obligado a no dejar escapar puntos en su estadio frente a los celestes.

Cierto es que Nervión es un fortín, que aquí el Sevilla sigue invicto y que sólo ha cedido tres empates frente a Valencia, Levante y Eibar. Pero no lo es menos que este último, pese a los veinte días transcurridos, se haría de nuevo carne y daría lugar a especulaciones sobre el equipo de mediar un nuevo traspié ante el equipo dirigido por Berizzo.

El Celta, que arriba con bajas de calado en ataque como las de Nolito y Larrivey principalmente, se halla hundido en una crisis de resultados galopante. Desde que diera la campanada de la temporada al ganar en el Camp Nou, sólo ha hecho empatar el encuentro siguiente en casa ante el Granada y perder los cinco últimos. Así las cosas, el conjunto gallego ha pasado de pelear por las plazas europeas a estar octavo pero a diez puntos de distancia de Málaga, Sevilla y Villarreal y once del Valencia. Ítem más: en esos seis partidos no ha logrado marcar ni un solo gol, lo que acrecienta esa sensación de equipo en horas muy bajas.

El equipo de Emery, por contra, se rehízo tras caer goleado ante el Barcelona, venció a Granada y Rayo y empató frente al Eibar, una cuenta de resultados aceptable pero que debe refrendar hoy con un triunfo. Para ello, el preparador vasco ha confeccionado una lista más que atacante, con casi toda la tralla en liza y con la posibilidad de que Iago Aspas, que dejó 2014 en una forma excelente y parece supermotivado frente al equipo del que es hincha, forme pareja de ataque junto a Bacca. Se caería en ese caso otro ex céltico, Denis Suárez, quien formaría línea de tres con Reyes y Vitolo si Emery apostase por él.

Sea como fuere, con tanta pólvora sobre el césped y en el banquillo, no cabe otra que un Sevilla al ataque desde el tañido inicial y buscar un ritmo alto del partido que atosigue al rival. Si ello provoca un intercambio de golpes, mejor aún y que nadie dude de que entonces sí que vencerá el más fuerte, que sin duda es el Sevilla.

Una duda sí flota en el ambiente y no es otra que el largo parón que han debido afrontar los nervionenses, que ha durado una semana más que el del resto de los equipos salvo el Real Madrid. Tanto tiempo sin disputar partidos, una vez quedó en agua de borrajas el invento aquel de jugar un torneo en Asia, podría haber aflojado algo la musculatura de más de uno, aunque consta que la semana de entrenamientos de Emery ha estado perfectamente programada en pos de evitar esta pelusilla que se le podría colar a tan importante partido. Un partido que Nervión aguarda con ansia, como de si una cita grande se tratase.

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