Luis Oliver anda a machetazos con la justicia para ostentar el poder omnímodo en el Betis, quizá tal y como le prometió el hombre que con una chapucera venta de acciones se lo prometió. Pero desde el día en que anunció la compraventa del paquete accionarial de Lopera no paran de surgirle reveses y de no ser por la colaboración que le presta con su firma el actual presidente, José León, su mando en el club quedaría reducido a la nada.

El martes, Oliver se reunió en Sevilla con representantes del consejo de administración del Betis y, quizá, como fruto de ese encuentro trató de ser designado como consejero delegado de la sociedad anónima deportiva, para, al puro estilo Lopera, hacer y deshacer sin tener que rendir cuentas a nadie.

El caso es que presentó una delegación de poderes de José León y del consejo de administración en él que el Registro Mercantil ha denegado tras otorgarle la calificación de negativa. El motivo de que no fuese admitida es puramente formal, ya que el registrador no entra en cuestiones de fondo como valorar las actuaciones de la juez Alaya o del mismísimo Consejo Superior de Deportes.

Así, si la delegación de poderes no fue admitida es debido a que se presentó sin estar protocolarizado por un notario, a que no contaba con la unanimidad del consejo de administración, a que la decisión no salió de una reunión formal de éste, a que el secretario no dio validez… En definitiva, a cualquier defecto de forma que obligan a Oliver, de momento, a necesitar de José León para gobernar el Betis. Es más, si él llegó a firmar algún acuerdo como consejero delegado, éste sería nulo.

Mientras, Arzu y Nano, como capitanes de la plantilla, comparecieron para explicar el contenido de la reunión del miércoles por la noche con Luis Oliver, al objeto también de pasar página y centrarse únicamente en los aspectos deportivos.

Leyeron un comunicado explicando que no dieron entrevistas hasta conocer a los miembros del nuevo consejo por no enturbiar el ambiente y por saber a qué atenerse y que desde ahora sólo hablarán de fútbol: "Nos dijo prácticamente lo que conoce todo el mundo, que ha llegado un grupo a Sevilla, que ha comprado el club y que al día siguiente la juez emitió un auto. Nos ha intentado tranquilizar y dice que Lopera va a intentar que todo vuelva a la normalidad con el recurso a la Audiencia y que mientras se aclara la situación él va a dirigir el club", dijeron de manera correctísima y pidiendo comprensión.

La plantilla dice sentirse más tranquila. "Estamos mejor porque alguien ha venido a explicarnos la situación. Ahora hay un vacío de poder, en el que el consejo es el que manda. No es la situación más normal, pero la vamos a normalizar y centrarnos en lo deportivo. Nos queda trabajar y esperar acontecimientos, porque él y el consejo quieren convertir en hechos las palabras. ¿Lopera detrás? Entendemos a la afición y al socio, pero tenemos que creernos al que vino ayer", comentaron antes de decir que no saben nada de Lopera.

Lógicamente, hablaron del dinero que tienen pendiente de cobro del curso anterior. "Finiquitamos al final de temporada, pero con pagarés hasta diciembre. Hoy no sabemos si se van a hacer efectivos o no, pero Oliver nos dijo que no iba a haber problemas. Estamos a la espera de que llegue esa fecha", argumentaron esperanzados en que todo mejore: "Lo que esperamos es que el cambio sea para bien. Si se hace efectiva la compra, ojalá el club crezca y desde el 29 agosto en los partidos de casa se viva lo de los dos últimos meses del año pasado. Hay que enganchar a la gente".

El problema vendría si el recurso de Lopera ante la Audiencia no prospera y Oliver incluso lo denuncia, como ya avisó. "No, no nos ha dicho qué pasaría si el recurso de Lopera no prospera", admitieron.

Asimismo, fuentes de la oposición confirmaron ayer que el Betis les ha comunicado que pueden iniciar el proceso de acreditaciones para que finalmente haya junta de accionistas del 20 de agosto.