¿Pereira o quizá otros?

El derbi ha hecho mella en el seno del Betis, pero la planificación deportiva que el club está siguiendo de cara al mercado de invierno e incluso ya a la próxima temporada no ha sufrido alteraciones notables tras el varapalo. Si acaso, parecía haberse acelerado algo la salida de Jonathan Pereira tras el episodio del martes en Los Bermejales o, eso sí, frenado en seco otra que ya partía con escasas opciones, como la de Dorado, por cuya contratación el Zaragoza de Manolo Jiménez anda muy interesado. En este caso, han tenido mucho que ver las lesiones, coincidentes de los tres primeros centrales, y, sobre todo, la constatación de que el mejor de ellos, Mario, no va a dejar atrás de forma definitiva sus problemas en los gemelos. Por eso, y porque los del filial no están aptos para el primer equipo a decir de los técnicos, Mel quiere cinco centrales en plantilla.

Respecto a Jonathan Pereira, su salida no es tan pronta ni segura como se ha barajado en las últimas horas. Es cierto que el Villarreal, junto al Celta, sondeó su incorporación en verano y también que el club castellonense ha contactado recientemente para tratar su incorporación en enero, pero de ahí a darla por segura, e incluso a que se marche para entrenarse ya con carácter de urgencia, va un abismo.

Ocurre que la operación gusta a todas las partes, sobre todo a los clubes, ya que el jugador donde quiere ir de verdad es a Vigo, su tierra. El Betis, tras el episodio del martes y alguna que otra falta e incluso negativa a entrenarse (publicada por este diario en su día), se lo quiere quitar de encima, por mucho que Mel lo considere válido como revulsivo. Y el Villarreal desea repescarlo. Pero el gallego cobra una ficha que hoy es alta hasta en Primera División y, lógicamente, no vale los casi 1,5 millones de euros que el Betis adeuda aún al Villarreal por los fichajes de él mismo y de Matilla. Con todo, las conversaciones siguen abiertas y puede haber un punto de encuentro, aunque no con inmediatez.

Al margen de Pereira, el Betis estaría dispuesto a desprenderse en enero de Nelson, máxime si en los próximos partidos Ángel se confirma como un lateral derecho de garantías. Hay que sumar, además, a Chica y Manu Palancar, de ahí que el club, incluso con más hincapié que en verano, visto el bajo rendimiento del caboverdiano, se muestre dispuesto a dejar salir a Nelson sólo con ahorrarse la mitad de su ficha, la más alta de la plantilla.

Del mismo modo, el Betis ha previsto el fichaje de un portero para junio, toda vez que permanece invariable el deseo de Mel y de la secretaría técnica de no renovar ni a Casto ni Fabricio. Con todo, si en las próximas semanas alguno de los dos halla un equipo, el club le facilitaría la puerta de salida.

Mel, de hecho, incluso, llegó a decirle a Vlada Stosic tras el affaire de Fabricio que quería un guardameta en enero, pero la irrupción de Adrián frenó este deseo. En este punto sí podría haber novedades si en los próximos partidos el canterano diese muestras de que le viene grande la portería del Betis, si bien en el club se piensa hoy que su deficiente actuación en el derbi se debió a un mal día sin más.

Así, pues, si el club lograse quitarse al menos a dos futbolistas en estas fechas, a Mel le gustaría sustituirlos. En primer lugar, por un medio de cierre que complemente a Rubén Pérez, muy solo en esa posición y cada día con menos protagonismo, al punto de haber cedido gran parte del mismo a Cañas, un hombre no tan específico para ese puesto en el que se necesita rigor táctico y saber guardar la posición por delante de los centrales.

Lógicamente, y máxime teniendo en cuenta la baja de Jonathan Pereira, al técnico le gustaría la llegada de otro delantero, si bien, aunque el Betis tenga algunos recursos económicos por lo ahorrado en verano, es difícil hallar en el mercado de invierno, a buen precio, un futbolista que pueda ofrecer buenas prestaciones.