La lesión de Barbosa, que se perderá un mes y medio y cuya baja se pisará con la de Beto, ha creado cierta alarma en el Sevilla y, más aún, en su afición. La posibilidad de fichar a un guardameta ha salido a la palestra, pero el club tiene razones para la calma. Entre ellas está la dificultad para aumentar la nómina de fichas. El Sevilla ha inscrito a 24 profesionales en la LFP, incluidos Cicinho y Cristóforo, y tendría una ficha libre, concretamente la que correspondería al dorsal 16. En cambio, en la UEFA ha cubierto el cupo sin estos dos futbolistas, que viven una situación especial. Hay margen para inscribir a un portero porque Fazio se fue pagando su cláusula. Pero no sería una solución muy adecuada sobrecargar la nómina de porteros cuando en menos de un mes ya estará Beto disponible. La mejoría del portugués y la confianza en Sergio Rico, que lleva siendo el tercer portero del Sevilla tres temporadas, completan el puzle para que no haya fichaje.

Beto fue sometido en la mañana de este miércoles a una resonancia de control. El guardameta titular del Sevilla se lastimó en el primer tramo del Sevilla-Valencia, el 23 de agosto, al sufrir una rotura fibrilar con un periodo de baja de cuatro semanas. En teoría, tendría que tener el alta médica para el miércoles 24 de septiembre, día del Sevilla-Real Sociedad. En todo caso, hay esperanzas de que si no llega a este partido esté para el siguiente, el sábado 27, en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid.

En espera de que Beto se recupere, defenderá la portería del Sevilla Sergio Rico, que jugará al menos tres partidos en ese lapso de tiempo: el domingo 14 de septiembre ante el Getafe en Nervión, el jueves 18 ante el Feyenoord, también en el Sánchez-Pizjuán, y el domingo 21 en Córdoba. Si Beto anticipa los plazos de recuperación, podría actuar ya el miércoles 24 frente a la Real Sociedad. El jefe de los servicios médicos del club hablaba este miércoles en SFC Radio de la buena evolución del portugués, tras la resonancia que se le realizó ayer: "La recuperación de Beto va por muy buen camino, las imágenes son bastante mejores que las de su lesión. La resonancia ha mostrado un buen pronóstico, vamos a ir día a día viendo cómo evoluciona el jugador, que ha disminuido sensiblemente sus molestias. Dimos un pronóstico de cuatro semanas y si hay que agotarlo, se agotará, porque no arriesgaremos. Si se puede hacer antes, fantástico, si no, se cumplirá el pronóstico. La evolución es muy buena". Es decir, hay optimismo, pero también cautela.

En cuanto a Sergio Rico, el club tiene bastante confianza en un futbolista que llegó a la cantera del Sevilla con 8 años. Nacido el 1 de septiembre de 1993, acaba de cumplir 21 años. Se puede decir que esta gran oportunidad es como un regalo de cumpleaños para un futbolista que afronta una ocasión única. Según Pablo Blanco, coordinador de la cantera, "es un meta sobrio, muy serio". "Ha mejorado en las tres temporadas que lleva trabajando con el primer equipo, como tercer portero, una barbaridad. Con Javi García -anterior técnico de porteros- ha hecho un trabajo importante. Es muy tranquilo, un chaval que tendrá los nervios por dentro porque no los aparenta".

Sergio Rico, sevillano de Montequinto, mide 1,94 metros y fue campeón de la Copa de Campeones juvenil en 2012. Domina el juego aéreo y el juego con los pies. "Es ágil, pese a su altura, muy rápido, es un parapenaltis -explica Blanco-. Ha mejorado en todo, con los pies, por arriba, en reflejos. Ser titular del Sevilla Atlético y entrenar con el primer equipo le da un plus de calidad". El sevillano tendrá de suplente a David Soria, otro meta alto, llegado de la cantera del Madrid hace dos veranos, de 1,92 metros y también 21 años (Madrid, 4-04-93). Es más explosivo que Sergio Rico bajo los palos y habla mucho a la hora de ordenar a la defensa. En las manos de ambos estará la portería del Sevilla tras el parón.