Regalar metros es regalar fútbol

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El Sevilla renunció a la intensidad en el partido más importante de la Liga y ello se tradujo en comodidad para el rival en centros, remates... La ausencia de Rakitic impidió la salida ofensiva.

Foto: EFE
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Jesús Alba

28 de abril 2014 - 05:02

Regalar metros en el fútbol de alta competición no trae nada bueno. El Sevilla los regaló ayer en San Mamés en muchas facetas del juego, en el posicionamiento inicial, a la hora de cerrar los centros del contrario y también, cómo no, en el momento del remate. Ceder espacios es sinónimo de no jugar con intensidad y el equipo de Unai Emery no la tuvo en el partido más importante de la temporada en el torneo liguero. Puede que fuese por cansancio por el partido del jueves, porque la cabeza también está en lo de Mestalla, pero el entrenador vasco refrescó a su equipo con cinco futbolistas que no fueron titulares en la UEFA Europa League y, en teoría, no debía ser ése el problema. Emery se guardó parte de su arsenal dejando fuera a jugadores como Rakitic, M'Bia, Reyes o Vitolo y el Athletic fue superior con sólo apretar un poquito y ser fiel a un fútbol con el que el Sevilla siempre sufrió.

Defensa

Emery dispuso dos líneas de cuatro hombres, pero la segunda línea se aculó mucho a la defensa, lo que producía dos cosas: que hubiera muchísimos metros libres entre Iborra y Carriço y los dos delanteros, Bacca y Gameiro; y que los jugadores habilidosos y rápidos del Athletic se movieran bien entre líneas ante la falta de ritmo del centro del campo sevillista (Muniain, Ander Herrera, Mikel Rico...). Iborra tardaba mucho en reaccionar en un partido muy físico y con los metros que encontraba el Athletic en su campo Iturraspe tenía libertad para mover a su equipo con soltura, más aún cuando Iborra y Carriço vieron ya la tarjeta.

Los balones a las bandas empezaron a ser habituales, especialmente a la de Alberto Moreno, que tenía problemas con Susaeta. Desde ahí llegaron muchos centros, la mayoría sin oposición, aunque es cierto que a veces estas jugadas, producidas por pérdidas, pillaban al Sevilla saliendo y los laterales no estaban colocados.

Sólo los centrales mantenían el tipo con Aduriz, un hueso duro, que no encontró su juego, pero que dejó hacer a los que entraban por detrás en segunda línea.

Ataque

Rakitic se quedó en el banquillo y con él muchas opciones del Sevilla de ganar el partido. Sin el suizo-croata (ya fuera desde la delantera o en la posición en la que luego salió) era muy difícil salir, conectar arriba, hilar juego, meter miedo al contrario... En ataque el Sevilla no existió hasta la salida de Rakitic y también por la ayuda de Jairo, muy andarín. Sólo las explosiones de Bacca habían inquietado, pero no habían tenido acompañamiento.

No obstante, era de esperar. Con dos jugadores con nula presencia física como Diogo Figueiras y Trochowski en los extremos ante un adversario en el que prima lo físico y que es intenso en su juego, el Sevilla estaba condenado al fracaso. Los laterales no subieron porque no podían y el juego por dentro, sin Reyes ni Rakitic, es difícil que aparezca.

Virtudes

El mínimo intento con la salida al campo de Rakitic y la buena lectura de partido de Jairo, pero demasiado tarde.

Talón de Aquiles

Falta de intensidad, de actitud y de fe. Empezando por las decisiones del entrenador en la elección de los futbolistas.

Uno por uno

Beto Se equivocó claramente en el primer gol. Por no poner un defensa en el palo en un córner y por salir como salió.

Coke Apretó los dientes, pero fue víctima de la mala ubicación general del equipo. En el gol de Muniain, el remate de éste cogió a todo el equipo saliendo.

Pareja Controló como pudo a Aduriz y sufrió más yendo a los picos del área.

Fazio Empezó con psicosis en una plaza que no le trae buenos recuerdos. Se quitaba balones de encima, pero luego se entonó.

Alberto Moreno El Athletic vio claro que había que apretar por su banda y aunque cortó mucho juego, también dio demasiados metros. Dos goles llegaron con centros de su lado.

Figueiras Prolongación de su desastroso partido del jueves. Coronado con una autoexpulsión.

Iborra No aguantó el ritmo más intenso del rival y perdió mucho el sitio. Buen pase en el gol.

Carriço Mantuvo la posición mejor que Iborra, pero con menos presencia. Acabó lesionado.

Trochowski Su físico, como el de Diogo, no le da para aguantar el fútbol del Athletic, y menos en la banda. En la derecha va mejor.

Bacca Un par de explosiones sin acompañamiento. Muchos metros por detrás y sin Rakitic no hay conexión.

Gameiro Buen remate en el gol.

Rakitic Dinamizó algo el juego, pero salió muy tarde.

Vitolo Puso fuerza en la banda.

Jairo Sumó entre líneas.

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