Copa del rey

Revolcón a un inválido (0-2)

  • El Sevilla pone pie y medio en cuartos de final de la Copa del Rey ganando sin forzar a un Betis inerme e incapaz.

La Copa debería ser diferente a la Liga pero en el primer derbi copero, el día de Reyes, se vio al mismo Betis pésimo del torneo de la regularidad y a un Sevilla que no sufrió nada en defensa, como si jugara en el Pizjuán, de manera que los nervionenses se impusieron con claridad y una superioridad tremenda. 0-2 que bien pudo ser cero a mucho a poco que hubiera pisado el acelerador. Con todo, un penalti dudosísimo pudo reenganchar al Betis. Pero ni así. Los béticos hicieron ver su hartazgo y la figura de Mel está en riesgo cierto.

Erra de hecho un derbi de alto riesgo pero esta vez más para los entrenadores que por motivos de seguridad. Mel intenta acorazarse y ordena a Petros perseguir a Banega, aun a costa de dejar ciega la banda derecha, que tapan N'Diaye, Molina y Van Wolfswinkel según al que le caiga cerca. El Betis reserva a Joaquín, Dani Ceballos y Rubén Castro mientras Emery sitúa un once que, salvo Immobile, podría salir en cualquier partido de Liga. Se han caído Mariano e Iborra pero salvo el pujante Cristóforo los demás son habituales, con Coke y Krohn-Dehli titulares esta vez.

Aunque pareciera que jugarían donde mejor les iría, Vitolo queda en la dercha y Krohn-Dehli juega a placer en la izquierda, sin nadie que le tape en ese lado. El canario es desborde pero el danés planifica y con Petros inutilizado se convierte en clave. No sólo por el gol, sino porque acapara el balón y el peligro.

Mel ha apostado, decíamos, por un esquema extraño y a contraestilo. Portillo va a la izquierda y la derecha flota, con Molina y Van Wolfswinkel alternando arriba y cayendo a tapar alternativamente con la ayuda de N'Diaye. Krohn-Dehli entra por ahí sin problema y con un quiebro a N'Diaye se los quita a todos de un plumazo. Petros venía de soltar a Benaga (tarde, pues), Piccini se abre y Pezzella ha ido a tapar no se sabe qué, de manera que el danés se planta ante Dani Giménez sin regatear a nadie y le bate por bajo. 0-1 en el minuto 13 y el Villamarín empieza a murmurar, como no entendiendo nada.

El caso es que Joaquín sale pronto a calentar pero no sale hasta el minuto 38, por Petros, cuando el brasileño ya ha soltado a Banega porque nadie como el argentino es capaz de intervenir con acierto y anular al rival cayendo al otro lado. El Betis, una vez más, es inofensivo arriba y su gente se desespera ante sus dificultades siquiera para sacr el balón. Encima, el Sevilla domina con cierta comodidad con un eficaz Cristóforo añadido al reseñado mando de Banega y Krohn-Dehli, y lo único que puede calificarse de ocasión ha sido del bando visitante, con dos paradas de Dani Giménez a Banega en una falta que se envenenaba y a Kolodziecjak en un trallado tras un córner.

Salen los equipos tras la pausa y la caraja bética parece infinita. Apenas tres minutos y Krychowiak la empuja en un sainete defensivo más allá de lo decente. Banega saca largo, Coke cabecea hacia dentro, nadie despeja, no se sabe qué intenta Pezzella y el balón queda muerto con la defensa mirando y sin que nadie despeje. 0-2 y el tema feo feísimo para el Betis y de disfrute total para el Sevilla.

Un Sevilla que se conforma y no aprieta a un pobre desvalido que es ahora mismo este Betis de Mel que posiblemente toque a su fin. Nada de fútbol, cero acierto, goteras a barullo y la suerte que el Sevilla no hizo sangre aunque Banega se topó con la madera dos veces en un minutos y Gameiro volvió a demostrar que si tuviera gol no habría salido del PSG. Dani Giménez le ganó la partida y al menos el resultado fue, digamos, menos penoso.

Ni con Joaquín, Ceballos y Rubén Castro pudo el Betis dar un giro a su rumbo ruinoso. Ni siquiera cuando Del Cerro Grande, de infausto recuerdo para el sevillismo en un derbi precisamente con Mel en el banquillo bético, pitó un penalti discutible. Cuando no se sentencia el fútbol te puede regatear y a eso se exponía un Sevilla tremendamente complaciente ante el enfermo. Pero canario la mandó al limbo y las opciones del Betis se marcharon con ese balón.

0-2 no es para dar la eliminatoria por perdida en circunstancias normales. Pero este Betis no es normal, es un cadáver, y el Sevilla no necesitó de su mejor versión para pasarle por encima. Apenas un dibujo poco justificado de Mel que aprovechó Krohn-Dehli y un rival a todas luces incapaz fue suficiente para quien no gana nunca fuera en Liga se paseara en Heliópolis.

Ficha técnica:

0 - Betis: Adán; Piccini, Pezzella, Jordi Figueras, Varela; Petros (Joaquín, m.36), Digard, N'Diaye, Portillo (Dani Ceballos, m.52); Jorge Molina (Rubén Castro, m.69) y Van Wolfswinkel.

2 - Sevilla: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolodziejczak, Trémoulinas; Krychowiak, Cristóforo; Vitolo (Reyes, m.55), Éver Banega, Krohn-Dehli (Konoplyanka, m.76); Immobile (Gameiro, m.64).

Goles: 0-1, M.13: Krohn-Dehli. 0-2, M.49: Krychowiak.

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (C. Madrileño). Expulsó por doble amarilla al bético N'Diaye, que las vio en los minutos 26 y 86. Además, amonestó a los locales Petros (m.22), Piccini (m.48), Dani Ceballos (m.64) y Pezzella (m.92), y a los visitantes Rami (m.28), Krychowiak (m.60), Kolodziejczak (m.80), Coke (m.84)

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Benito Villamarín ante 36.832 espectadores, entre ellos 1.100 seguidores sevillistas que ocuparon una grada especial para la afición visitante. Césped en perfecto estado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios