Sevilla-Sporting (4-3): En lo malo, y en lo bueno

Primera división

Igual: El Sevilla enseñó los mismos defectos defensivos del curso anterior, y también idénticas virtudes arriba para remontar al Sporting· Vibrante: Kanoute decidió tras el descanso tras un primer tiempo loco

Sevilla-Sporting (4-3): En lo malo, y en lo bueno
Sevilla-Sporting (4-3): En lo malo, y en lo bueno
Francisco José Ortega /Sevilla

13 de septiembre 2008 - 08:30

Suspiro hondo del Sevilla tras haber acumulado tres puntos en su casillero clasificatorio a pesar del susto que sufriera ante el recién ascendido, e inocente, Sporting de Gijón. Los hombres de Jiménez se tenían que pellizcar incluso para creerse que en el minuto 20 estaban con un 0-2 en el marcador. Más o menos se vivía en el Sánchez-Pizjuán una sensación idéntica a la que tuviera lugar en el pasado ejercicio contra el Almería, la misma fragilidad defensiva, pero esta vez la facilidad goleadora de los blancos apareció para salvarlos.

Los tres puntos son un buen motivo para que los sevillistas disfruten. No en vano, sólo hay que mirar lo que sucede en otros campos, véase por ejemplo a ese Racing de Santander contra el que parecía un pecado mortal haber empatado sólo en el Nuevo Sardinero, para comprobar que la igualdad es absoluta. Pero sería quedarse en un análisis simplista si así fuera, si los técnicos del conjunto nervionense no miraran con lupa el vídeo del encuentro de ayer para hallar algunas respuestas a esa fragilidad defensiva que vuelve a repetirse.

El Sporting apenas necesitó casi nada para marcarle dos goles a Palop en sus primeras aproximaciones al área. Es el punto inicial para la autocrítica. ¿Por qué Diego Castro y Carmelo pudieron llegar hasta el área sin que nadie, absolutamente nadie, los hostigara en esa aproximación? Tanto Konko como Squillaci deben entender con prontitud que el fútbol español agradece los espacios, que los delanteros no pueden tener ni siquiera un par de metros para darse la vuelta y maniobrar. En la segunda parte, parecer que ambos se esmeraron en ello y está claro que sus historiales merecen un margen de confianza.

Sin embargo, sería muy injusto quedarse sólo en los dos franceses a la hora de esas valoraciones sobre las dudas que vuelve a generar la defensa. Tanto David Prieto como Dragutinovic fueron señalados por su entrenador, tal vez porque ambos ya habían sido amonestados, pero no sólo por eso, con las sustituciones en el intermedio. Cierto que Konko y Squillaci permitieron las internadas, pero los dos zagueros que hacían las coberturas también estuvieron blandos, muy blandos, para permitir los remates de Bilic. El croata tuvo bastante con poner la pierna, incluso mal, para marcar. Tanto Fernando Navarro como Fazio, en el puesto de central, mejoraron a los reemplazados.

Tercera cuestión y ésta aparece algunos metros más adelante. O Fazio o Duscher son necesarios en el puesto de pivote. La pareja que forman Maresca y Romaric es tremendamente atractiva para un aficionado neutral, pero acabará con la paciencia de Jiménez y de todos los que sienten en sevillista. Ambos son exquisitos, juegan el balón con calidad, pero al mismo tiempo permiten al rival llegar con la pelota controlada hacia las cercanías del área. Está claro que es la ecuación perfecta para LaSexta, juegan y dejan jugar, espectáculo puro, aunque Jiménez no debe estar muy de acuerdo con que se cumpla ese razonamiento. Y, por último, otra pincelada defensiva. Diego Capel, el mejor extremo del mundo según su entrenador, está obligado a echar una mano tanto al lateral como a los medios centro. Lo contrario es ruinoso para los intereses que defienden el resto de los futbolistas que visten de blanco.

Los problemas son llamativos, entre otras cosas porque se refieren a un mal que se decía erradicado durante la pretemporada, pero sería reprochable quedarse sólo en ellos. El Sevilla también tuvo virtudes, y muchas, pues fue capaz de hacerle una infinidad de ocasiones de gol al Sporting. Es cuestión de sumar, cuatro goles festejados y media docena más de oportunidades clarísimas para haber materializado otras dianas. Por mucho que el rival también fuera especialmente dadivoso en ese sentido, está claro que este Sevilla no ha perdido nada de su potencial en la verdadera suerte del fútbol, que es el gol. Ni siquiera pareció echar de menos en esa faceta tan trascendente a Daniel.

Con ser importante esa eficacia, no lo es menos la capacidad para reaccionar. Cualquier equipo con un 0-2 en el minuto 20 hubiera bajado los brazos. El Sevilla no lo hizo; al contrario, miró hacia delante y se fue en busca del Sporting para darle la vuelta al marcador. Incluso cuando Squillaci cometió la ingenuidad del penalti encajó ese nuevo golpe y demostró que su caudal ofensivo es ilimitado. En definitiva, un Sevilla distinto y también muy similar al de los anteriores cursos, por sus virtudes y sus defectos. La cuestión es explotar las primeras y eliminar los segundos, aunque con tres puntos siempre sea mucho más fácil.

Ficha técnica:

4 - Sevilla FC: Palop; Konko, Squillaci, David Prieto (Romaric, m.46), Dragutinovic (Fernando Navarro, m.46); Jesús Navas, Maresca, Fazio, Diego Capel; Kanouté y Chevantón (Luis Fabiano, m.58).

3 - Sporting de Gijón: Sergio Sánchez; Sastre (Andreu, m.73), Colin, Jorge, Canella; Míchel (Iván Hernández, m.46), Matabuena, Carmelo, Maldonado; Diego Castro (David Barral, m.66) y Bilic.

Goles: 0-1, M.18: Diego Castro. 0-2, M.20: Bilic. 1-2, M.22: Chevantón. 2-2, M.36: Kanouté. 3-2, M.37: Maresca. 3-3, M.46+: Bilic, de penalti. 4-3, M.60: Kanouté.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a los visitantes Carmelo (m.25), Diego Castro (m.31) y Jorge (m.59) y a los locales David Prieto (m.27), Dragutinovic (m.31) y Maresca (m.38).

Incidencias: Partido disputado en el Sánchez Pizjuán ante cerca de 45.000 espectadores. Antes del encuentro fueron homenajeados Andrés Palop y Fernando Navarro, campeones de Europa con la selección española, así como Federico Fazio y Lautaro Acosta, campeones olímpicos con Argentina. También Borja García, piloto del monoplaza de Sevilla FC de la recién creada Superliga automovilística, ofreció a los espectadores el trofeo de vencedor de la segunda manga en la carrera inaugural, disputada hace dos fines de semana en el circuito británico de Donington. Se rezó un Padrenuestro en memoria de los sevillistas fallecidos en la pasada temporada.

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