La foto del día era ayer la de Marcelino García Toral dirigiendo su primera sesión de trabajo como entrenador del Sevilla. El técnico asturiano, con el gesto de calzarse las botas, dio el pistoletazo de salida al nuevo proyecto de Monchi y Del Nido, en el que la renovación es una de las apuestas para seguir construyendo un Sevilla grande que vuelva pronto a la máxima competición del fútbol europeo, la Champions League.

Y para ello, el nuevo responsable técnico de la nave sevillista espera como agua de mayo que el club le comunique que Emir Spahic podrá subirse el sábado al avión que va a llevar al Sevilla a Costa Rica, donde el primer equipo va a llevar a cabo la primera parte de la pretemporada. El central del Montpellier puede decirse que va a ser futbolista del Sevilla, pues el acuerdo está prácticamente cerrado, pero aún no es oficial y Marcelino debe seguir trabajando con esa confianza en los responsables de la planificación, que le han asegurado que el internacional bosnio, tarde o temprano, caerá. 

Incluso en Francia, diversas publicaciones de prestigio como France Football y L'Equipe daban ayer por definitivo el traspaso en cifras que oscilaban entre los 1,1 millones de euros y cerca de los 2, incluyendo varios bonus por objetivos. El Sevilla cifra el acuerdo en menos dinero, nunca excediendo el millón y medio.

Igualmente, la situación de Luis Alberto es otro de los asuntos que tiene en vilo al sevillismo por su negativa a firmar el contrato de renovación que le ofreció el club. Ayer sus agentes se reunían con Monchi con la intención de desbloquear la situación, aunque aún no se ha avanzado mucho. El Sevilla le ofreció a Luis Alberto hace unos dos meses el contrato tipo que firman los futbolistas del filial que se empiezan a asomar al primer equipo. Según ha podido saber este diario, las condiciones que el joven futbolista rechazó fue un contrato de tres años con unas cantidades evolutivas de 200.000, 250.000 y 350.000 euros, aunque con la promesa de que, como ocurre con todos los jóvenes que se van asentando en la primera plantilla, revisarlo en un espacio de tiempo prudencial.

Luis Alberto está siendo aconsejado por un nuevo grupo de agentes diferente a su antiguo representante liderado por José Rodríguez Baster, Rodri, que llevara en su día a Daniel Alves y que tiene su residencia en Barcelona. No en vano, Rodri no dudó en aprovechar que la última jornada el Sevilla jugó ante el Espanyol en Cornellà para reunirse en el hotel de concentración del equipo con Luis Alberto y el delantero Rodri, otro de sus representados.

Uno de sus colaboradores, José Pablo Varela, reconocía en la Cope que hay conversaciones con el Sevilla. "No quiero dar detalles. Estamos trabajando para que se arregle todo y creo que podemos tener una buena solución", decía. El tema puede tener solución en breve, pero ambas partes tendrán que dar un paso. Mientras, Luis Alberto no entrenó con Marcelino ayer.