Este Suárez también muerde

El gallego centra todos los elogios a una semana del estreno oficial y su frescura toma ventaja como bandera del nuevo proyecto. Su irrupción llegó ante el Fenerbahçe.

Denis Suárez conduce un balón arengado por José Carlos Carcedo.
Denis Suárez conduce un balón arengado por José Carlos Carcedo.
Jesús Alba / Sevilla

05 de agosto 2014 - 05:02

Aunque fue una de las primeras incorporaciones cerradas por Monchi, la irrupción de Denis Suárez en la pretemporada ha sido tardía. Una lesión los primeros días de trabajo en Costa Ballena frenaron su preparación. Luego tuvo un debut discreto, como casi todo el equipo, en el partido ante el Hertha de Berlín, en el que el Sevilla remontó en los últimos minutos gracias a dos goles de Krychowiak y Juan Muñoz, pero él, que jugó sólo 45 minutos que además coincidieron con una fase no muy afortunada del equipo en cuanto a juego, ya se había marchado.

Pero ha significado una grata sorpresa su irrupción en el partido ante el Fenerbahçe. El sevillismo se ha ilusionado con un futbolista que trae frescura, que tiene descaro y, sobre todo, que juega muy bien al fútbol. Denis Suárez, quizá junto a Juan Muñoz por su facilidad goleadora, ha sido la sensación de la pretemporada para el aficionado de a pie. Siempre en estos casos ocurre que la afición suele destacar a los jugadores que no conocía y el gallego es un claro ejemplo. Emery sabía qué prestaciones podía darle el futbolista cedido por el Barcelona y cómo podía con un toque de calidad en el ataque al Sevilla, pero tras su actuación el pasado domingo el técnico vasco ha quedado más que satisfecho. Sus diagonales hacia dentro, su visión de juego en los pasillos interiores, su saber ver los movimientos sin balón de sus compañeros... Y lo mismo pasa entre los técnicos del club, el primero el subdirector general deportivo. Las sensaciones son inmejorables y la idea generalizada es que puede ir a más en cuanto conozca más a sus compañeros y juegue al lado de delanteros muy peligrosos con espacios como Bacca y, sobre todo, Gameiro.

Y a la espera de que Monchi avance más en la contratación del medio centro creativo que Emery demanda y que vendría a hacer una labor parecida a la que desempeñaba Rakitic, Denis Suárez ha demostrado que puede ser una solución intermedia para determinados partidos. Si bien sus condiciones no le permiten retrasar tanto su posición como el suizo-croata en busca del balón, sí que es un jugador capacitado para retener la pelota en un momento dado, ver el hueco y ejecutar el último pase.

Denis Suárez, tras pasar por la cantera del Manchester City, donde llegó en edad juvenil, jugó la pasada temporada en la Segunda División española en las filas del Barcelona B cuajando una gran campaña, en la que el filial azulgana acabó tercero y el gallego le puso firma a siete goles, algunos de muy bella factura.

El mediapunta formado en la cantera del Celta llega a Nervión con paso firme cedido por dos temporadas por el Barcelona y con una opción de compra a favor del Sevilla de 6 millones de euros, que, en su caso, la entidad nervionense hará efectiva al finalizar el segundo año. El club catalán tendrá una opción de recompra de 9 millones a contar un año después desde el momento en que el Sevilla se haga con el jugador.

Ya se verá qué depara el futuro, pero, de momento, Denis Suárez es una de las grandes esperanzas del Sevilla de cara a la primera cita oficial, con un título en juego ante el Real Madrid, la Supercopa de Europa. Y, como el reciente fichaje mediático del Barcelona, con el que comparte apellido (el uruguayo Luis Suárez), Denis también muerde, aunque, como debe ser, con el balón en los pies.

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