Sevilla-Espanyol

Uvas insípidas para cerrar un gran año (2-0)

  • El Sevilla derrota sin alardes al Espanyol con un omnipresente Cristóforo y un gol inicial de Immobile

Solvente. Rozando la suficiencia. La suficiencia de la mala, lógicamente. Algo insípido. Pero con una notable distancia sobre un rival todo voluntad y poco de lo otro. El Sevilla cierra 2015 con y plácido triunfo en casa ante el Espanyol, el mismo contra el que pareció empezar un año de horror con aquella incomprensible eliminación copera y que derivó en triunfal con la cuarta Europa League y la participación en la Champions. Y un triunfo recuperando efectivos. Dos, concretamente. Cristóforo, un auténtico titán la víspera de Nochevieja, e Immobile, cuyos desmarques ofrecen muchas opciones a tipos como Banega, Vitolo y Konoplyanka.

El Sevilla cambió su centro del campo habitual por la sanción de Krychowiak y Emery tampoco dispuso a N'Zonzi. Apostó por Cristóforo junto a Iborra, dando a Banega libertad total. Y el uruguayo se marcó un encuentro impecable. Omnipresente, incluso cuando el físico le abandonó con toda la lógica del mundo, Cristóforo pidió a Emery un poco más de margen y de presencia. El fútbol lo tiene. La condición física determinará si puede ser una alternativa o no...

Con la potencia y los desmarques de Immobile, el Sevilla no tardó en arrinconar a un Espanyol que, con más ocasiones que los últimos visitantes al Pizjuán (menos que el valencia era imposible y el Sporting tampoco inquietó), apenas hizo intervenir a Sergio Rico. A Pau López, al contrario, se le acumulaba el trabajo, particularmente ante un delantero italiano loquito por marcar ante los suyos después de varias jornadas fuera de la lista.

Justo después de un error groserísimo de Rami, un buen desmarque de Immobile ya obligó a Pau López a una fantástica parada, y pasado el cuarto de hora un mal pase de Salva Sevilla permitió a Vitolo robar la cartera a Cañas y encarar a Pau López. La gran intervención del portero no tuvo correlación en sus compañeros, remachando Immobile superando a dos espanyolistas.

Todo de cara y el Sevilla no ceja. Al Espanyol se le hace todo muy cuesta arriba, Asensio apenas aparece y es Hernán Pérez el que lo intenta sin descanso. Enfrente, Mariano es una pesadilla para los visitantes y mientras Banega tuvo piernas el escaso control que hubo en el juego era básicamente local, quizás con demasiados minutos de desorden y correcalles.

Justamente Mariano terminó por decidir la cuestión en otro error en la circulación visitante y cabalgada tremenda del lateral brasileño, que dejó solito a Banega mientras recibía el choque con un muro a cambio. El argentino, con una sangre fría absoluta, batió a Pau López entre las piernas. El descanso ya se atisbaba y el Sevilla consideró hecho el trabajo.

Al menos sobre el papel, pues el Espanyol no se acercó lo suficiente ni con la mínima claridad para hacer peligrar la ventaja local. Sin embargo, el Sevilla completó un segundo tiempo muy deficiente, en particular la primera media hora. Sin el control de la pelota, sin proyectarse de manera definida arriba, y con un exceso de metros concedidos ante un equipo que acumulaba hombres arriba sin verse exigido atrás. Viendo que el riesgo no crecía, Galca llenó de opciones su vanguardia, con Burgui particularmente intenso, mientras el Sevilla cada vez salía menos y peor.

Todavía con Gameiro mejoró la velocidad arriba, pues Reyes aportó poquísimo y al menos Krohn-Dehli puso algo de orden cuando sustituyó a un fundido Banega. No terminó de cerrar nunca la cuestión el Sevilla, más por falta de oponente que por ausencia de necesidad. Puerta a cero, algunas dudas atrás pero escasa sensación de peligro en contra. Total, que al trantrán llegan las uvas con un triunfo algo insípido pero que va acercando al Sevilla a la zona europea.

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