Sevilla FC

Cristóforo e Immobile piden quedarse

  • Ambos jugadores cuajan un excelente partido. El uruguayo hizo las labores de Krychowiak y no se le echó de menos. El italiano puso la garra, la lucha y el gol.

Toda la semana se ha hablado sobre la intención de buscarle una salida en este mercado de invierno, que empieza el 1 de enero, a Cristóforo y a Immobile. Ante el Español han demostrado que son dos jugadores más que válidos para jugar en el Sevilla.

El uruguayo cuajó una primera parte en la que se multiplicó por dos. Se temía la ausencia de Krychowiak por no haber un sustituto de garantías. No solo se ha encontrado un sustituto, puede ser una gran pareja de baile para el polaco.

Robó el balón, lo sacó jugado, daba tranquilidad al juego y subía a presionar arriba. Lo mismo que hacía Krychowiak en la temporada pasada. El público le reconoció el trabajo y lo ovacionó en varias ocasiones.

La segunda parte la inició igual que la primera: con intensidad, lucha y una gran ovación cuando combinó con Banega un par de veces seguidas. Hubo momentos en los que se intercambió los papeles con el argentino y era el uruguayo el que hacía jugar a los suyos. Toque, pase y a buscar el hueco. En el minuto 60, gracias a un robo en un córner, consiguió levantar a algunos aficionados que aplaudieron y corearon su nombre. Cometió más faltas que en la primera parte porque el depósito de gasolina empezaba a flaquear. A pesar de la falta de minutos, el charrúa aguantó los 90 minutos.

En Málaga dicen que no lo quieren porque no tiene experiencia en primera y porque prefieren un jugador de corte creativo. Mejor para los intereses del Sevilla. Eso sí, Emery debe darle cancha. Jugador tiene para rato.

Por otro lado, Ciro Immobile ha abierto portadas de periódicos italianos en los que se rumoreaba con su regreso a Italia.

La afición siempre ha estado con él. Cuando salió en el marcador al anunciarse su titularidad se llevó la primera ovación de la noche. Durante el transcurso del partido se llevó varias más.

Presiona al portero, es un incordio para los defensas cuando intentan sacar el balón jugado y, lo más importante, está en el sitio. Gracias a esa virtud, llegó el primer gol de Ciro. Y gracias a lo comentado estuvo a punto de llegar el segundo de cabeza. Se fue por un palmo.

En la segunda parte dispuso de varias ocasiones para ampliar la diferencia en el marcador, pero se encontró con el guardameta periquito. En el minuto 75 fue sustituido por Gameiro. La hinchada sevillista se puso de pie para despedirlo y le agradeció el esfuerzo coreando su nombre.

Solo falta que el entrenador vea lo que todo el mundo ha visto en el partido de hoy: que ambos jugadores son válidos para jugar e incluso, ser titulares.

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