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¡Que acabe todo así! (2-0)

Ascenso El Betis, por fin, se sitúa en los puestos que dan derecho a subir tras derrotar al colista Castellón Incertidumbre Los verdiblancos pasaron más apuros de la cuenta pese a su tempranero gol.

Jonathan Pereira celebra el primer gol verdiblanco ante el Castellón. / Antonio Pizarro
Fracisco José Ortega

Sevilla, 22 de marzo 2010 - 22:30

El Betis ya ocupa una de las tres plazas que darían derecho al ascenso a la máxima categoría del fútbol español. Los verdiblancos prolongaron un partido más su excelente racha por la sencilla razón de que son mucho mejores que el resto de los equipos de la categoría y ni siquiera sufren en exceso cuando no tienen la mejor noche de fútbol. Porque el Castellón tuvo el balón más tiempo de lo normal en un visitante al estadio heliopolitano e incluso amenazó con darle un buen susto a Goitia, pero fue más la apariencia que otra cosa, ya que el mero recuento de las ocasiones de gol refleja de la manera más fiel el desarrollo del encuentro.

Es cierto que el Betis que suele coger la iniciativa del juego desde la llegada de Víctor Fernández a su banquillo faltó a la cita en esta ocasión. El conjunto heliopolitano no lo necesitó siquiera ante el colista de la categoría, aunque cabe puntualizar con celeridad que tal vez los riesgos corridos fueron excesivos. Porque este Castellón, si se tiene en cuenta la tabla clasificatoria, está a años luz del actual Betis y tampoco es cuestión de permitir que el adversario pueda llegar a oler siquiera la posibilidad de hacer sangre.

Pero el partido se encargaría con posterioridad de achicar las distancias entre unos y otros hasta impedir que en determinados momentos quedara claro qué equipo iba a situarse en la posición de ascenso y cuál era el que cada vez está más cerca de la Segunda División B. Y lo más curioso de todo es que no existieron motivos para ello, sobre todo porque Jonathan Pereira, otra vez, se iba a encargar de colocar la pendiente cuesta abajo muy prontito. Un cuarto de hora apenas y un saque de esquina le cae al más listo de la clase, al más bajito, en las proximidades del área pequeña para que tuviera tiempo incluso para empalmar la pelota y ésta superara el intento de detenerla de Lledó.

Según todos los manuales del fútbol, ésa pudiera ser la principal dificultad cuando llega el último clasificado, la tardanza en marcar el primer gol. Pero el Betis ya lo tenía en su casillero para solaz de su hinchada y a partir de ahí era cuestión de amortizarlo, de llevar el balón de un lado a otro y saber aguardar a que el Castellón abriera los caminos hacia Lledó en más de una ocasión. Era lo lógico, pues los levantinos también tenían que correr riesgos, pero el fútbol no se ajustó a esos parámetros y fueron los visitantes quienes se apoderaron del balón, entre otras cosas porque su nivel técnico era muy superior a muchos de los equipos que pasaron por el Ruiz de Lopera.

Lo que tenía menos coherencia era el juego del Betis después del 1-0. Los heliopolitanos, al contrario que otros días, fueron incapaces de acercar sus líneas y facilitaron de esta manera que el rival pudiera tocar el esférico más de la cuenta. Era una mezcla de todo , de una defensa más cerca de Goitia de lo aconsejable, de un Arzu impreciso cuando se hacía con la pelota, pero sobre todas las causas había una que se imponía a las demás y ésta responde por Emana. El camerunés jamás se implicó como el resto y no sólo perdía el balón con la celeridad que le caracteriza sino que , además, provocaba un agujero defensivo, ya que su presión al adversario era una pura mentira. Sí, corría detrás del balón en pos de recuperarlo, pero todo era apariencia, nada de verdad y el Castellón se sentía tremendamente cómodo a la hora de hacer circular el esférico.

La consecuencia de todo ello fue que el partido se movió mucho más cerca de Goitia que de Lledó. La solución, tal vez, pudiera estar en aprovechar la primera contra que se presentara, pero Juanma no fue capaz de hacerlo cuando Mantecón lo puso de gol en un mal despeje. Se esfumó la gran ocasión de sentenciar antes del intermedio.

Claro que tampoco era cuestión de tomar una actitud negativa, la superioridad del Betis debía demostrarse más pronto que tarde. Y rápido, muy rápido, se hartó Víctor Fernández de Emana para darle entrada a Capi, pero éste tampoco estuvo acertado en la posesión del balón. El Castellón tiró para arriba, aunque con la inocencia lógica de un colista. Hasta que Sergio García, en plena recta final, cantó el segundo. La posibilidad del susto quedaba disipada y el Betis ya está donde debería ubicarse siempre, en puesto de ascenso. Mejor así . ¡Árbitro, la hora!

- Ficha técnica:

2 - Real Betis: Goitia; Damiá, Melli, Carlos García, Nacho; Arzu, Mehmet Aurelio, Juanma (Rodri, m.68), Jonathan Pereira (Caffa, m.77); Emaná (Capi, m.50) y Sergio García.

0 - CD Castellón: Lledó, Diego Reyes, Pol, César, Xisco Campos; Mario Ortiz (Aarón, m.68), Dani Pendín, Paez (Medina, m.58), Mantecón; Palanca y Ulloa.

Goles: 1-0, M.13: Jonathan Pereira. 2-0, M.86: Sergio García.

Árbitro: Trujillo Suárez (colegio tinerfeño). Amonestó a los visitantes Ulloa (m.36), Dani Pendín (m.65) y Xisco Campos (m.70) y a los locales Goitia (m.12), Mehmet Aurelio (m.36) y Capi (m.67).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de Liga en Segunda División disputado en el estadio Manuel Ruiz de Lopera ante cerca de 38.000 espectadores. Terreno de juego en perfectas condiciones y temperatura agradable.

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