Alfonso Bilbao, trabajo y esfuerzo al galope como ley de vida
El joven jinete sevillano disputará el Campeonato de Europa junto a su caballo ‘Cascabel’ reclamando reconocimiento
El quinteño se proclamó campeón de Andalucía en varias ocasiones y campeón a nivel nacional
Agenda Polideportiva Sevilla
La repercusión es algo que uno solo no puede conseguir, pero sí, por méritos propios, puedes llegar a aumentarla. En el panorama mundial existen varios deportes que generan un interés abrumador, como es el caso del fútbol, baloncesto o tenis entre otros. La equitación es uno de esos deportes que no provoca esa repercusión por su cariz minoritario. Es muy difícil destacar. El alto coste de los caballos y de su manutención lleva a solo unos pocos a representar a su país en competiciones a nivel nacional, como a nivel internacional, o incluso si sueñan en grande, a llegar a los Juegos Olímpicos.
Alfonso Bilbao Castillo (05-08-2004) es un joven jinete sevillano, que junto a su caballo 'Cascabel', se ha clasificado al Campeonato de Europa que se celebrará desde el próximo 20 de agosto hasta el 24 en la localidad polaca de Strzegom. El quinteño, varias veces campeón de Andalucía y de España, es un ejemplo de los muchos talentos que el país, incluso la capital andaluza, tiene repartidos en numerosas disciplinas “poco agraciadas” para la vista del espectador.
La equitación le vino a Alfonso desde bien pequeño, el apoyo de sus padres y su madrina Mery fue fundamental para que el sevillano se “vaciara” en esta disciplina: “Mi padre tenía unos caballos cuando yo era pequeño y me interesé por ellos y ya cuando me apuntaron a la escuela fue cuando vi futuro en esto”. El mundo de la equitación se le abrió a Alfonso con tan solo 5 años y no dudó en aprovecharlo. El quinteño conoció a Mery, su “madrina” como él se refiere, o la “promotora de todo esta carrera que están formando”.
La exigencia y la dedicación son dos cualidades y valores fundamentales que hacen que un jinete destaque dentro de este deporte y eso es algo que Mery le ha tratado de inculcar desde pequeño a Alfonso: “Es muy trabajadora y exigente. Tenemos una relación perfecta, aunque tiene mucho carácter”, explicó el joven.
La preparación y el camino no ha sido fácil, la llegada de 'Cascabel', procedente de una propietaria externa, hizo que el quinteño “empezase de cero” con un caballo nuevo y al que le costó captar las indicaciones que tanto Mery como su entrenador, Carlos Díaz, le mostraron en cada entrenamiento: “Decidimos apoyar la decisión de tener a Cascabel, ya que mi anterior caballo se lesionó y a este le costó algunas pruebas sobre todo por la nerviosidad con la que entraba en el cuadrilongo”.
El Campeonato de Europa de 2022 se le presentó como una oportunidad de oro para demostrar su grandeza y valentía. El quinteño catalogó esa experiencia como “uno de los mayores retos de su vida” por la apurada toma de decisiones conforme a los sucesos que le fueron apareciendo. “A falta de poco para la cita compramos un caballo de otra disciplina, pero mi entrenador dijo que tenía muy buenos orígenes y que nos iba a salir bien”, admitió Alfonso. La jugada no le pudo salir mejor. 'Nino' se portó espléndido y permitió al joven jinete presentarse en un Campeonato de Europa y subirse al podio dos veces en el Campeonato de España.
El joven sevillano ha tenido esa sensación desde sus comienzos cuando empezó con una yegua, 'Sea Yan'. “Fue la que me hizo ser campeón nacional y a la vez me clasificó para el Europeo, pero tuve una lesión y no pude acudir”, añadió. Para el joven jinete ha sido un proceso “duro”, el alejarse de sus amigos y no poder compartir mucho tiempo con ellos: “Muchas veces me ha costado. Me hubiese gustado estar con ellos ahora y no entrenando como lo estoy haciendo”.
Si un día tiene 24 horas, Alfonso sueña con que tuviera más horas aún para poder compaginar también su vida personal con sus obligaciones académicas, pues como él se define, nunca ha sido un “estudiante top”. “Instituto por la mañana, me voy a entrenar y ya después por la noche estudio o al revés, estudio y me voy a entrenar”, explica el quinteño. La realización de un grado superior fue una “respiración” en cuanto a horarios que le permitió tratar nuevos potros y mejorar en sus entrenamientos al disponer de más horas eficientes: “Pude montar 5 o 6 seis caballos y mejoré bastante”.
Soy de esas personas que no se dejan una bala en la recámara, voy a darlo todo“
La superación de una lesión que le hizo empezar desde abajo fue solo el comienzo de lo que el sevillano está volviendo a lograr a base de trabajo y más trabajo. “Tengo mucha confianza en mí, quiero mostrar de lo que es capaz mi país y que la gente vea que los jinetes españoles tenemos el nivel”, argumenta. “Nunca dejo una bala en la recámara”.
Eso mismo, no guardarse nada, darlo todo de uno mismo para alcanzar la gloria en uno de los deportes que, a pesar de que forme parte del programa olímpico desde 1900, menos visibilidad tiene para el espectador. La consecución de ese ansiado reconocimiento no es algo casual ni llegará llovido del cielo. “Esto va de trabajo”, como bien comenta Alfonso.
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