Un alumno con vocación de maestro

La inmediatez que rige el mundo en el que vivimos insta a la mayoría de las personas a pensar a corto plazo, pero hay salvedades. Éstas llegan cuando alguien tiene claro su pasión por algo y posee el convencimiento que eso guiará su vida. Es el caso de Álvaro Redondo, un sevillano campeón de España de kárate en categoría júnior y que no duda que este arte marcial será a lo que dedicará su vida en un futuro.

Afincado en Coria, Álvaro entrena diariamente en el gimnasio Kidokan de Sevilla. Una hora de lunes a jueves y dos horas los viernes, además de concentraciones con la selección andaluza en las vísperas de campeonatos importantes que lo suelen llevar a diversos puntos de la comunidad. Algo que este estudiante de segundo de bachillerato lleva sin problemas a base de saber organizarse.

Con 18 años, su idilio con el kárate empezó a los 6 con la referencia de su hermano mayor. "Mi hermano lo practicaba y lo acompañaba a los campeonatos. Como me gustaba mucho empecé a practicarlo, y hasta hoy". Y ese hasta hoy lo lleva hasta el Campeonato de España que se celebró el sábado en San Pablo, en el que, tras superar con facilidad la primera ronda, tuvo que despedirse en la segunda por un error propio que reconocía sin tapujos: "Tuve un pequeño fallo en un salto y eso decantó el combate".

El mes de junio es el más temido por los estudiantes, sobre todo por los de segundo de bachillerato que deben afrontar la temida selectividad. Álvaro tiene claro que su objetivo es estudiar INEF y que su cabeza en estos momentos está puesta en seguir compitiendo, pero su mirada va mucho más hacia delante en el tiempo: "Quiero estudiar INEF, seguir compitiendo y en un futuro tener mi propio gimnasio. Sería muy bonito que llegara el día en que pudiera sacar a algún competidor".

Las enseñanzas de Antonio García Ruiz, al que considera su maestro, han calado en este karateca que considera vital la aportación de su técnico en todos los logros conseguidos, que no son pocos ni mucho menos.

Sin embargo, aparece el clásico problemas de los deportes minoritarios, que en el kárate se acentúan al no tratarse de una disciplina olímpica y tener aún menos repercusión a pesar de que no son pocos los practicantes de este deporte en España. Para Álvaro Redondo, el que en un futuro se considere olímpico el kárate sería el punto de inflexión para el salto definitivo de este deporte: "El kárate en España tiene el problema de que lo practica mucha gente, pero no tiene difusión. En mi opinió, creo que cuando sea olímpico se promocionará como es debido, habrá más becas y los que despunten se podrán dedicar profesionalmente a ello".

Pero el presente manda y Álvaro Redondo ya tiene fijado su objetivo en el próximo Campeonato de Andalucía, en el que dará el salto para participar en la categoría sénior: "Mis aspiraciones son hacer un buen papel en un campeonato en el que competiré con gente de 21 años en adelante, ya que este año puedo compaginar las categorías sub 21 y sénior". Un deportista de presente y futuro más que prometedores.