Deportes

El arma secreta contra las lesiones

  • Ismael Fernández encamina su idea de preparación física a una novedosa "personalización" del entrenamiento.

Uno de los secretos de Marcelino, dicen, es su preparador físico. El técnico asturiano siempre que habla de su trabajo se refiere a un equipo que incluye a Ismael Fernández y Rubén Uría. Si se le pregunta por sus retos profesionales, rápidamente el de Careñes cambia de registro en su respuesta y contesta en plural, sin dejarse nunca atrás la labor que realizan sus ayudantes, que para él forman parte de un equipo en el que ninguno debe sobresalir, aunque lógicamente el que más sale en las fotos es el entrenador.

Ismael Fernández ha traído al Sevilla nuevas formas de entrenamiento con otro concepto que le ha dado buenos resultados en otros equipos y que se basa en el estudio personalizado de cada futbolista, amén de técnicas, como la presencia de los tubos que simulan las condiciones del entrenamiento en altura que llamaron la atención en la primera sesión en Costa Ballena.

"Lo primero que nosotros hemos hecho aquí es pedir el historial lesional [sic] de cada componente de la plantilla en los últimos dos o tres años, estudiarlo pormenorizadamente y determinar y localizar el riesgo potencial de cada uno para vigilar y adecuar su trabajo. Con ello tratamos de reducir el índice lesional en lo que podamos", explica el técnico, que no puede entrar a valorar los detalles por los que en los últimos tiempos se han sufrido en el Sevilla tantas lesiones musculares, que son, por lógica, las únicas que se puede de algún modo prevenir. Otro asunto son las lesiones fortuitas, que se producen por choques, torceduras, giros...

Por ejemplo, con estos datos, se sabe hasta dónde puede llegar Kanoute, se sabe que Palop lleva varias temporadas teniendo problemas con el sóleo y ese gemelo, por tanto, habrá que cuidarlo. "Exacto. Palop es uno de los que sigue un plan especial y habéis visto que no ha hecho el trabajo de ayer (las sesiones con los tubos). Se trata un poco de diversificar, valorar y de alguna manera individualizar el trabajo porque cada futbolista no es igual".

Aquí entran muchas parcelas, el historial clínico, la técnica y metodología de carrera, la forma de pisar... ámbitos todos que tienen que estar conectados y es lo que el nuevo cuerpo técnico persigue, siempre sin olvidar que el fútbol es un deporte colectivo y los entrenamientos se programan bajo una concepción grupal.

Ismael insiste en recalcar que todas las novedades que se están empezando a ver en el trabajo del equipo han sido consensuadas con otras parcelas: médicos, recuperadores, fisios y entrenadores, tanto del primer equipo como del filial. "Queremos que los dos equipos estén muy bien conectados y que no haya diferencias".

El trabajo con los tubos power breathe es algo que ya trabajó en Santander. "Es una metodología nueva que pusimos en práctica en el Racing y que vamos a utilizar, aunque no siempre. Es un método para potenciar la musculatura ventilatoria e inspiratoria, una nueva tecnología aplicada al entrenamiento en campo que nos permire trabajar en unas condiciones en las que sin ella sería imposible", indica refiriéndose al ejercicio físico en altitud, limitando la entrada de oxígeno con las pinzas en la nariz y el tubo en la boca, lo que aumenta la fatiga y obliga al organismo a producir más glóbulos rojos en la sangre.

Otras novedades han llegado al gimnasio con la presencia de dos máquinas que "simulan gestos específicos aplicados al fútbol. Son poleas cónicas que nos permiten trabajar desde isquiotibiales al tren superior. Pero no son máquinas que hayamos querido traer nosotros. Todo se ha consensuado con los médicos y con los preparadores físicos que ya estaban en el club".

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