Una batería interior nada tiradora
Ninguno de los hombres altos tienen el acierto exterior que brindaron campañas atrás Bogdanovic o Savanovic
Si el mercado no pone una oportunidad por delante, el juego interior quedaría formado por Williams, Burjanadze, Hernangómez y Balvin. Juventud a un lado, si en algo perderá el Cajasol con toda seguridad con respecto a temporadas anteriores es la aportación de los hombres grandes desde el perímetro, un arma fundamental años atrás que además de puntos creaba espacios para que los pívots anotasen con facilidad.
Bogdanovic ha sido el gran referente las últimas campañas. El serbio, un francotirador desde la línea de 6,75 metros, no aceptó la propuesta de renovación y fichó por el Turk Telekom. El pasado curso firmó un 38% de efectividad (66/174), siendo junto a Sastre (39% con 44/114) y Blakney (46% merced al 28/61 de acierto) uno de los mejores triplistas del equipo.
Williams (0/2 el curso anterior), Balvin, Hernangómez y Burjanadze (8/23) no son tiradores, aunque el georgiano clavó un triple en el Martín Carpena que significó medio triunfo en la pasada Liga. Ese vacío tendrán que asumirlo Sastre, Bamforh, Franch y Mata, fundamentalmente, si bien no tener un ala-pívot con buena mano desde fuera facilita mucho el trabajo a las defensas rivales.
Ahora Aíto García Reneses no tendrá una variante que en los últimos años ha explotado el Cajasol. Bogdanovic asumió el rol protagonista las dos últimas temporadas, pero antes también hubo cuatros tiradores. Un año antes formaron pareja Katelynas e Ivanov. Aunque ninguno destacó (16/67 el primero, para un 24% de efectividad, y 9/38 el segundo, con un 24%), es cierto que en la teoría sí eran un peligro a tenor de las estadísticas del año anterior (39% para el lituano y un 30% para el búlgaro).
Ninguno fue capaz de cubrir el vacío que dejó Savanovic y su 41% de efectividad (53/12) en la 2009-2010, o el 39% de la 2008-2009 (19/49) en la que Caner-Medley supuso también una amenaza exterior. Incluso una campaña antes, en la 2007-2008, Kakiouzis representaba un peligro, pese al bajo 27% (29/108).
Ninguno de los hombres altos de la actual plantilla se moverá por fuera este año más que para hacer bloqueos, un arma con el que sí cuentan la mayoría de los equipos ACB.
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