Por mucho que en los ombligos del mundo, léase Madrid, Barcelona en segundo lugar, se empeñen en ningunearlos con comentarios comparativos del Real Madrid con el Atlético y el Barça, como si no existiera más vida entre ellos, mirar la tabla clasificatoria de la Liga puede producir un gozo tremendo a todos los que hayan nacido en Sevilla y tengan el fútbol como una de sus pasiones. Sevilla, segundo con 31 puntos y un partido menos disputado que algunos de sus rivales; Betis, tercero con 30 puntos sumados.

Una clasificación de fútbol, y de cualquier otra modalidad deportiva, es una amalgama de números que sirven para corroborar el rendimiento de todos los equipos que participan en ese campeonato. Estéticamente, es algo feo, digámoslo así, pero ahora mismo se ha convertido para todos los sevillanos, los que aman el fútbol, insisto, en algo de una belleza similar a cualquier desfile en las tres fiestas más significativas de la ciudad. Por supuesto que se incluye a la Feria como elemento hermoso para el ojo de todos los nacidos en esta bendita tierra, igual que la Semana Santa al completo y la Cabalgata de Reyes.

A falta de todo eso desde hace un tiempo, concretamente desde que la pandemia nos golpeó con virulencia a todos, hay que conformarse con otras pequeñas cosas, con otros placeres más mundanos. Sería mucho mejor que en el casillero de partidos disputados por Sevilla y Betis, Betis y Sevilla, pusiera ya un 38, la alegría sería mayor.

¿O no? Depende de la ambición de cada uno porque a este ritmo, y si resisten con el paso de los meses, cualquiera sabe qué pasará de aquí a ese partido 38 fijado para el 22 de mayo. Ojalá todos hayan podido disfrutar la Cabalgata, la Semana Santa y la Feria y, por qué no, la clasificación de la Liga española con las dos escuadras sevillanas tan arriba o incluso más. Por soñar…