Baloncesto | Coosur Real Betis

Entre lastres anda el juego

  • Las bajas de jugadores importantes por lesión condicionan a un Betis que busca aún su patrón en un inicio en el que los resultados no acompañan

Harrow observa un entrenamiento de sus compañeros.

Harrow observa un entrenamiento de sus compañeros. / RBB

Una victoria y cuatro derrotas marcan el inicio de Liga Endesa para un Coosur Real Betis al que le está costando arrancar. En el deporte profesional mandan los resultados y no importan las bajas, la reducción del presupuesto de casi 400.000 euros en el club verdiblanco o el hecho de que dos de las derrotas bien pudieron ser triunfos y las sensaciones serían ahora muy distintas.

La ausencia de Ouattara, especialmente, y de Harrow, que se había destapado como un buen anotador, se están notando tanto en ataque como en defensa. Sin el alero, Pablo Almazán tiene más minutos. En defensa el granadino es capaz de frenar a Kalinic o a Gentile, pero en ataque, especialmente en el tiro exterior, se echa en falta el acierto de Ouattara.

Igualmente, sin Harrow, Campbell tuvo menos descanso contra Estudiantes y Mike Torres no le ha cogido aún el punto a la ACB. Quizá ante el conjunto colegial el uno contra uno de Harrow hubiera sido una buena forma de atacar la zona que le costó el partido a los verdiblancos.

Influye también la reducción del presupuesto. Casi 400.000 euros menos respecto al curso anterior hacen que el Betis no haya podido competir en el mercado con ningún otro conjunto español por jugadores, mirando siempre al exterior a excepción de un secundario como Spires. En el año del Covid-19 muchos clubes tiraron de ingenio con tempranas campañas de abonados para retener a sus socios y no perder un buen pellizco económico, aun sin saber si los encuentros serían a puerta cerrada o abierta. El Betis se movió tarde y apenas cuenta con 500 renovaciones, sin contar las peñas, una cifra impropia de un conjunto de élite.

Le falta al club conectar con su gente. Durante años el paraguas de la Caja paliaba la falta de socios y con la entrada del Betis la mayoría de sevillistas se fueron y el beticismo no ha producido la masa de seguidores esperada. Que haya menos dinero repercute en la plantilla.

De ahí la renovación de un Obi que sigue sin explotar y cada vez cuenta menos o la apuesta de futuro por un Mike Torres al que le está costando coger el ritmo de la ACB. Si a las bajas se suma la poca participación de otros jugadores, la plantilla se queda corta y falta de ciertos recursos.

El tercer punto, y el más importante, son los resultados. No compitió ante el Joventut y fue siempre con el gancho con el Obradoiro. Ganó en un gran partido al Valencia Básket y luego perdió contra el UCAM y Estudiantes. En Murcia pudo ganar y la lesión de Feldeine, que le impidió jugar la recta final, fue clave para caer cuando mandó en el choque casi 35 minutos. Ante el conjunto colegial pagó cara la falta de acierto ante una zona en la que se echó de menos a Harrow y Ouattara. Y aun así pudo ganar si Roberson no desequilibra a Borg en el alley oop final y los árbitros hubieran sido valientes y para revisar las imágenes. Dos derrotas, estas últimas, que pudieron ser triunfos.

Curro Segura todavía necesita encontrar un modelo de juego para la plantilla que tiene. Si el año pasado el arma principal era el triple con una poderosa batería exterior, este año es el peor en esta faceta de la ACB con un 31,5% de acierto. Tampoco cuenta con un cinco dominante tipo Tomic ni una defensa a la que fiarlo todo, de manera que no queda más que seguir trabajando en el colectivo y esperar que las veces que cayó cruz la moneda salga cara la próxima vez.

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