Río Breogán - Coosur Betis | La crónica

El desastre del Coosur Betis | Palabras huecas, 32 abajo... (97-65)

  • El equipo de Joan Plaza vuelve a mostrar su actitud pasota en una segunda parte deplorable

  • Los verdiblancos habían llegado al descanso dos abajo después de un arranque prometedor, pero el parcial fue de 59-29 con un final de vergüenza

Musa entra a la canasta verdiblanco ante el intento de tapón de Todorovic.

Musa entra a la canasta verdiblanco ante el intento de tapón de Todorovic. / Eliseo Trigo | Efe

El Coosur Betis, definitivamente, se queda en las palabras. El conjunto de Joan Plaza fue un quiero y no puedo, una vez más, y se despidió del duelo contra el Río Breogán de una manera humillante, postrado ante un rival mucho más intenso y que acabó echándolo a empellones, y con baloncesto también, de la cancha. Particularmente hiriente fue la desidia de los dos últimos minutos, que se sumaba a todo lo que acaeció tras el descanso, con un Vitto Brown, por citar sólo a uno, paseándose por la cancha y sin el menor espíritu de lucha para maquillar al menos la humillación.

Fue penoso observar a los jugadores de verdiblanco perder los últimos balones porque no hacían por pelearlo, mientras que el Río Breogán, un recién ascendido por mucho que se trate de un histórico del baloncesto español, se mataba por recuperar la pelota con ansias y por llegar lo antes posible a la canasta visitante para seguir ensanchando la diferencia hasta más allá de los treinta puntos. Ni siquiera el mate final de Spires mitigaba la frustración.

Joan Plaza, con razón, debe estar desesperado. En un tiempo muerto, se dirigía a los suyos con un tono de súplica, recordándoles que “la decisión es vuestra. Sólo será posible si queréis bloquear y jugar de verdad”. Bertans le respondió con su primer triple y colocó el 66-48, pero era un espejismo más. El espíritu de lucha, de momento, se queda sólo en las declaraciones, en los media day, en la cancha no aparece por ningún lado, ya que el edificio se cae en la primera ventolera que le llega por parte del rival.

Ni siquiera iba a servir el arranque, otro espejismo. Los sevillanos, liderados por un acertado Pablo Almazán en los primeros minutos, parecían dispuestos a mantenerle el pulso arriba a este Breogán que está sorprendiendo en el arranque de la temporada. Todo comenzaba con un triple del capitán verdiblanco para dar paso a unos minutos esperanzadores. Evans dirigía y anotaba; Todorovic demostraba que en lo referente al juego no le tiene nada que envidiar a nadie, que otra cosa es lo que tiene que ver con la actitud y con las ganas de pelear;Vitto Brown ayudaba debajo de los aros; y Carrington, en su cumpleaños número 26, parecía dispuesto a regalarse un triunfo.

Evans, uno de los pocos que se salvó en ataque, se dirige a la canasta del Breogán. Evans, uno de los pocos que se salvó en ataque, se dirige a la canasta del Breogán.

Evans, uno de los pocos que se salvó en ataque, se dirige a la canasta del Breogán. / Eliseo Trigo | Efe

6-14, minuto 6 tras un triple de Evans y hasta ahí más o menos iba a durar esa sensación de que era posible otro Coosur Betis. Bastó con que saliera a la pista Iván Cruz, sí el mismo Iván Cruz que pululara por Sevilla con más pena que gloria, para que el Breogán se fuera metiendo en el juego y para que Musa, un excelente refuerzo para un recién ascendido, comenzara a echarse a los suyos a sus espaldas con su tremenda finura en las penetraciones y también en los triples.

Con todo y con eso, al finalizar el primer cuarto el marcador seguía favorable al Coosur Betis, incluso al descanso se iba a llegar de forma muy pareja. 38-36 y todo pendiente de lo que sucediera en la segunda mitad para comprobar si los hombres de Plaza tenían ese amor propio del que el entrenador catalán había hablado a lo largo de la semana.

Las estadísticas del partido. Las estadísticas del partido.

Las estadísticas del partido.

El parcial de la segunda mitad, con 30 puntos favorables para el Río Breogán, dicta la sentencia, ni siquiera hace falta el menor comentario por parte del cronista. Este Coosur Betis, de momento, es un edificio con sus cimientos de papel, pero de papel de fumar. Aparenta mucho más de lo que ofrece y en el minuto 24 ya perdía por 48-40 cuando Musa comenzaba a enchufarse.

A partir de ahí las distancias se iban incrementando de forma proporcional a como aumentaba el sonrojo por parte de todos los que sienten al Coosur Betis, el equipo de baloncesto de Sevilla. Si tienen calidad, que la utilicen para jugar y pegarse, porque estos ridículos son insoportables. De 38-36 del descanso al 97-65 del final, 59-29, ¿y no se les cae la cara de vergüenza a quienes defienden, por decir algo, la camiseta verdiblanca?

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