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El Betis Baloncesto sigue marcando las distancias con sus rivales (86-70)

  • Los verdiblancos se imponen con mucha comodidad a un Melilla que fue bastante inferior

  • El triángulo integrado por Joaquín Rodríguez, Polanco y Faggiano agranda a los locales y empequeñece a los norteafricanos

Joaquín Rodríguez supera la defensa del Melilla con facilidad.

Joaquín Rodríguez supera la defensa del Melilla con facilidad. / BetisWeb

Nuevo triunfo del Betis Baloncesto en esa clara línea de divergencia entre lo que depara el equipo en una pista de básket y las noticias que llegan procedentes de México sobre el que, teóricamente, sigue siendo el propietario, el conglomerado de empresas Xoy. Joaquín Rodríguez, Eddy Polanco, Lucas Faggiano y compañía no entienden de eso y en esta ocasión le tocó sufrirlo a un Melilla Ciudad del Deporte que se limitó a padecer semejante vendaval para caer al final por 86-70.

Porque la realidad es que el equipo entrenado por Bruno Savignani, con la evidente carencia de un pívot que sea capaz de generarse los puntos por dentro, aunque esta vez Wembi sí fue capaz de anotarlos (17 al final) cada vez juega mejor al baloncesto. Ante semejante carencia, la solución ideada por el técnico brasileño fue salir con un solo interior claro, De Bisschop. Pablo Almazán, con sus carencias anotadoras y sus muchas virtudes en las cualidades menos visibles de contagiar energía al resto, era el teórico cuatro mientras que Faggiano, Polanco y Joaquín Rodríguez se encargaban de marcar las diferencias desde las posiciones exteriores.

El trío mágico de actuales estrellas de este Betis Baloncesto hace un poco de todo. Por ejemplo, Joaquín Rodríguez comenzó su exhibición para poner el 6-0 de inicio con sendos triples. Después anotó otro mediado el segundo cuarto que suponía el concluyente 45-25 y el resto fue una pura diversión para el uruguayo. No en vano, las estadísticas le contabilizaban siete asistencias al final del encuentro, a cuál de ellas más espectaculares. Y eso que fue sentado tras cometer tres faltas personales consecutivas en el tercer cuarto y estuvo muchos minutos en el banquillo ante la comodidad del triunfo.

Pero era algo así como si estuviera jugando para agradar a los escasos espectadores que se dan cita en el Palacio de los Deportes, mientras que el encargado de la ejecución del rival era su compañero Eddy Polanco, autor de 22 puntos, 15 de ellos cuando se alcanzaba ese descanso en el que ya parecía todo resuelto. El tercer vértice de este excelente triángulo, el base Lucas Faggiano, también se iba hasta los nueve puntos en las estadísticas del medio tiempo y ya no hizo falta que anotara más.

Pero no todo se limitaba a ellos, también el resto aportaba, sobre todo los pívots De Bisschop y Wembi, que cumplen con las obligaciones de su trabajo. Todo esto conducía al sevillano Rafa Monclova, el entrenador del Melilla, a un estado de desesperación. Lo mismo intentaba una zona 3-2 o 1-2-2 que buscaba otras soluciones, pero todas ellas se estrellaban ante la eficacia verdiblanca. Adobada, además, por una intensidad defensiva que provocaba hasta 23 pérdidas por parte de un rival que sí, fallaba pases, pero muchas veces lo hacían obligados por la presión de los locales.

El paseo del Betis Baloncesto, por tanto, se iniciaba con el 10-0 inicial que reflejaba el marcador cuando apenas se había roto a sudar y ya continuaría durante toda la noche. La ventaja siempre fue muy cómoda para los locales, mientras Melilla se estrellaba contra su propia impotencia, contra los deseos de su entrenador y la cruda realidad de que la diferencia de calidad entre unos y otros era considerable.

La ficha del partido. La ficha del partido.

La ficha del partido.

Ya en el segundo periodo las distancias aún se ensancharían más y el Betis Baloncesto se acercaría hasta un margen de casi 30 puntos de ventaja con el 75-48 del minuto 34 gracias a un mate de Wembi. El resto ya no tenía mucho sentido, sólo que el tiempo corriera lo más rápido posible, aunque Bruno Savignani incluso pedía tiempos muertos cuando sus hombres se relajaban más de la cuenta.

No podía ser de otra forma el Betis Baloncesto había vuelto a ganar y lo había hecho muy bien, además. Los verdiblancos cada vez tienen más cerca el objetivo del play off y, además, con la posibilidad de sumar a un norteamericano más cuando las cosas sean realmente decisivas en vísperas de las eliminatorias por el ascenso. Curiosidad, al respecto, el huido Frazier ya lleva dos derrotas consecutivas con Movistar Estudiantes y la última no ha podido ser más dolorosa frente al Leyma Coruña, con una verdadera paliza. Cosas del deporte, del baloncesto y del destino.

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