Baloncesto | Liga Endesa

El Betis Baloncesto vive en un ejercicio de masoquismo para los suyos (67-83)

  • Un parcial de 5-23 en el último cuarto le da el triunfo al Casademont Zaragoza, otro equipo que también llegaba con una sola victoria

  • La escuadra de Casimiro se empeñó en perder con un baloncesto arcaico en el que sólo Evans se chocaba contra las paredes con sus errores

  • Casimiro: "Parece que si no atacamos tampoco defendemos"

BJ Johnson pierde un balón que se le escapó de las manos.

BJ Johnson pierde un balón que se le escapó de las manos. / acb Photo / S. Castizo

El Betis Baloncesto vuelve a vivir su rol de masoquismo puro. El equipo de Luis Casimiro volvió a sufrir una dura derrota contra otro de los rivales que están más o menos metido en los mismos problemas clasificatorios que ellos, el Casademont Zaragoza, y lo peor es que transmite una sensación de pasotismo cercana a la impotencia desde sus dirigentes.

Los verdiblancos habían convocado a su público para la reanudación de la competición y éste fue el único que no falló. Porque el equipo, en los momentos decisivos, fue un verdadero desastre. En el final de la temporada pasada, el liderazgo de Shannon Evans no admitía ni el más mínimo de los cuestionamientos, pero el base norteamericano se ha encontrado demasiado solo en el presente curso y se empeña en chocarse contra las paredes una y otra vez.

Sin la ayuda de los pívots Wiley, con su carga de energía también, y de Pasecniks, el base es un quiero y no puedo. Lo intenta de todas las maneras, pero lo peor es que ya comienza a transmitir una impaciencia que es también muy perjudicial para todos los suyos. Como, además, tampoco cuenta con el acierto de Bertans, Cvetkovic, BJ Johnson y, en menor medida, Eulis Báez para echarles la mano que sí le aportaron en el brillante esprint final de la temporada pasada, pues el resultado no puede ser más negativo en todos los sentidos.

El Betis Baloncesto arrancó con un 62-60 en el último cuarto después de diferentes fases de irregularidad en las que lo mismo se iba en el marcador respecto al Casademont Zaragoza que también sufría parciales en los que parecía que todo iba a ser negro en el devenir de los acontecimientos. Y lo fue, vaya si lo fue durante el último cuarto.

La diferencia a favor de los hombres de Casimiro se había esfumado en apenas dos jugadas, las que necesitó el cuadro maño para adelantarse con un parcial de 0-5 gracias a los tiros libres del inspirado Santi Yusta y al acierto en los triples del norteamericano Jessup. La respuesta del Betis Baloncesto fue un enloquecimiento progresivo en el que Evans, que incluso fallaba algunos tiros libres, se empeñaba en pelear contra el mundo hasta que, al menos, anotó una canasta para colocar el 65-70.

El problema estaba en que era un espejismo, el parcial, entonces, ya se había ido hasta un 1-10 y, además, el base norteamericano lo había fallado todo con anterioridad hasta colocarse con un 1/9 en los lanzamientos de campo. Sin embargo, aquí anotó y en ese preciso instante se produjo una decisión que resultaría fundamental por parte de Luis Casimiro. El técnico pensó que el mejor momento para darle descanso a Evans era después de un acierto y el resultado no pudo ser más pernicioso para los suyos.

Porque sin Evans en la cancha todos se miraban y condujeron el balón hasta los triples liberados de Pablo Almazán. El capitán falló dos consecutivos prácticamente en solitario y la respuesta por parte de Santi Yusta, el alero del Casademont Zaragoza, fue totalmente contraria. Él sí acertó en sus lanzamientos y la brecha se abrió hasta un 65-78 con la colaboración también de Jessup.

El hundimiento del Betis Baloncesto no podía ser ya más evidente, incluso con sufrimiento para los suyos en ese intento de la afición bética por reflotar la nave en un duelo contra un rival que también llegaba con un triunfo. Pero el 5-23 del último cuarto es verdaderamente cruel y refleja fielmente el momento por el que atraviesa el equipo de Casimiro. Es cierto que las dificultades económicas deben ser grandes, ahí están los números ofrecidos por el Real Betis Balompié SAD a sus accionistas, pero la verdad es que con este equipo el sinvivir de los amantes del baloncesto que son fieles a los colores verdiblancos está garantizado. Es un verdadero ejercicio de masoquismo, sin duda.

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