Betis Baloncesto

Obradoiro - Betis: Otro paso más camino de otro milagro (67-82)

Pargo aprovecha el bloqueo de Gerun sobre Westermann.

Pargo aprovecha el bloqueo de Gerun sobre Westermann. / A. Baúlde (ACB Photo)

Si alguien en algún momento dio al Betis Baloncesto por muerto más vale que se esconda. Poco conocía a Luis Casimiro quien creyese que este conjunto no se iba a agarrar a la ACB y lo hizo, con mucha fuerza, ganando en Santiago ante el Obradoiro por 67-82 en un choque en el que, desde la defensa, mostró que tras el milagro de la pasada campaña va camino de firmar otro. Difícil será igualar la marca de siete triunfos en los últimos ocho encuentros que le dieron la permanencia el pasado curso. De momento va ya por tres de los últimos cuatro antes de recibir al Barcelona, pero lo más difícil está hecho: ha dado caza al Granada, con el que juega en la penúltima jornada en San Pablo, y, lo que es más importante, por fin es un equipo –lo lleva siendo ya un tiempo– con los roles muy definidos y jugadores comprometidos con la causa, algunos dando un paso adelante.

A excepción del primer cuarto, igualado en errores de uno y otro lado, el cuadro verdiblanco dominó el choque en Fontes do Sar mostrando hechuras de bloque consolidado. Capaz de rehacerse del mal primer tiempo de Montero con la aparición de Pargo, que ofreció brotes de tremenda calidad; capaz de aguantar el alto ritmo del rival elevando el tono defensivo, como hizo Cvetkovic ante Westermann; y capaz de levantarse con la aparición de un Bertans que brilló de una vez sobre la pista como se espera cuando el rival amenazaba con meterse en el choque.

No lo consiguió en toda la segunda parte, pese a los intentos de Thomas Scrubb, demasiado solo en ataque ante la gran defensa realizada sobre Robertson, que venía de hacerle 44 puntos al Baskonia: en seis se quedó el escolta.

Tyson Pérez entra a canasta ante Zurbriggen y Phil Scrubb. Tyson Pérez entra a canasta ante Zurbriggen y Phil Scrubb.

Tyson Pérez entra a canasta ante Zurbriggen y Phil Scrubb. / Xoan Rey (Efe)

Supo aguantar las embestidas del Obradoiro el Betis en el tercer acto, cuando tras lograr la máxima renta hasta entonces (35-49) tras una recuperación y la canasta de Montero, Moncho Fernández llamó a capítulo a los suyos. El tiempo muero del técnico gallego surtió efecto y el 7-1 de parcial amenazaba la recta sevillana. Rubén Guerrero, un tío de 2,13 metros, falló una fácil canasta solo bajo el aro y el regalo lo aprovechó un acertado Maronka para romper el parcial desde la línea de personal. También se repusieron los de Casimiro en el último cuarto, cuando una antideportiva de Pasecniks permitió al Obradoiro sumar cuatro puntos y poner el 55-61 y creer que todavía tenía opciones. Entonces surgió Tyson Pérez, el corazón de este Betis, que no jugó precisamente contra el Obradoiro en la primera vuelta porque alguien decidió que no era necesario remover Roma con Santiago, nunca mejor dicho, para hacerle unas pruebas específicas cuando estaba en Sevilla ya pasando el reconocimiento. Ahí explotó Casimiro en rueda de prensa con toda la razón del mundo, evidenciando que siente por este proyecto más que otros. El internacional español sumó cuatro puntos seguidos y Bertans puso la guinda a una gran actuación defensiva para firmar un triple lejano sobre la bocina que prácticamente sentenció el choque (57-69), porque, aunque quedaba tiempo, el Obradoiro se dio cuenta ahí que este Betis tiene fe, ambición y ganas de seguir dando pasos en busca de otro milagro.

Y eso que las cosas no empezaron demasiado bien. El conjunto hispalense sabía del valor de este choque. En realidad de todos los que quedan, pero con la derrota del Granada en Girona un triunfo lo sacaba de los puestos de descenso. Subidón de moral para recibir al Barcelona la próxima jornada. El 3/16 en tiros de campo del primer cuarto del Betis son muestras de esos nervios iniciales de un conjunto al que le costó de inicio, resolver la ecuación de cómo jugar cuando a Montero no le salía nada. Por suerte, enfrente no estaban las cosas mejor y el 13-8 con el que acabaron los primeros 10 minutos invitaba a los dos equipos a resetear.

Pasecniks y Montero pelean la pelota con Thomas Scrubb. Pasecniks y Montero pelean la pelota con Thomas Scrubb.

Pasecniks y Montero pelean la pelota con Thomas Scrubb. / A. Baúlde (ACB Photo)

Un tiro fallado, el cuarto, mandó al banquillo a Montero con -5 de valoración tras 1.03 minutos de cuarto. No salió más hasta después del descanso. Amenazó entonces el equipo gallego con abrir brecha y el 18-8 encendió las alarmas, pero entonces apareció Pargo para calmar las aguas. Juego pausado, que no lento, y triples de todos los colores. El que tuvo retuvo. Once puntos seguidos del base, además de otro triple de Bertans, le dieron la vuelta a la situación (21-22) y a partir de ahí el Betis, moviendo muy bien las piezas del banquillo con las rotaciones, tomó el control del duelo desde la solidez defensiva, a pesar de que concedió algún rebote de más en ataque.

Al descanso vencía el cuadro heliopolitano por 26-34 y con la aparición de Montero en el segundo tiempo, que se sumó al buen hacer de todo el conjunto, el Betis cimentó un triunfo vital en esta recta final de la temporada en la que busca obrar un nuevo milagro en forma de salvación.

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