La Liga en Francia está cancelada, pero Anthony da Silva sigue yendo a entrenarse. "No hay tiempo que perder", asegura el canterano del Coosur Real Betis, que tiene claro que su futuro sólo se lo puede labrar él mismo. Este año estrenó experiencia jugando cedido en el Nanterre de la ProA francesa y la próxima campaña repetirá en el país vecino, aunque en el Evreux de la ProB. ¿Un paso atrás? Para nada. Llega a la localidad de Normandía para tener un papel importante "después de una campaña de mucho aprendizaje y mejora".

No lo ha dudado el joven base galo, que a sus 19 años recién cumplidos lo que quiere "es jugar a un alto nivel competitivo y seguir aprendiendo". Este curso ha sido un "golpe de realidad de lo que es el baloncesto profesional". Nunca mejor dicho lo de golpe, porque en el último partido de pretemporada con el Nanterre sufrió un traumatismo craneoencefálico que le hizo perderse el inicio liguero. "Uno de los estadounidenses del equipo rival estaba enfadado con el árbitro y en un contragolpe cuando iba hacia canasta me dio un codazo", indica el jugador, que aun empezando con el pie izquierdo no se vino abajo: "Nunca es fácil adaptarse a nuevo equipo y menos siendo el más joven. Al principio llegas y te ven como a un niño, pero es en la pista donde demuestras que vas en serio y ya te vende otra manera". Eso sí, tuvo una mano amiga al coincidir con Kenny Chery, ex bético al que conocía de Sevilla. "Él habla francés y tuvimos buen feeling. Me ha ayudado mucho. Es un gran jugador y una gran persona", indicó.

En el Nanterre jugó esta campaña ocho encuentros y debutó en la Eurocup disputando cuatro partidos. Pero ha sido en la liga Espoirs, una especie de torneo sub 21 de los equipos de la ProA en la que ha demostrado su nivel promediando casi 15 puntos por partido, 5,2 rebotes, 5,4 asistencias y 2,5 recuperaciones en 23 choques, en los que fue protagonista con más de 32 minutos de media. Fue elegido en el segundo mejor quinteto de la liga, no incluyéndose en el primero ningún jugador de su generación.

"Siento que, en líneas generales, he mejorado. He trabajado mucho el tiro este años y ahora es más fiable que antes. Pese a que no empecé bien, me siento más seguro de mí mismo en ese aspecto. Es en lo que más he mejorado y también físicamente", señala Da Silva, al que no le quedaba otra en una liga tan física como la francesa. "La temporada pasada estuvo trabajando todo el año con Lluís Costa y Dani Rodríguez con el equipo del Betis de LEB Oro. "Técnicamente son mejores, pero quizá menos duros que en Francia, donde son menos técnicos. Necesitaba ese punto de dureza para seguir aprendiendo. La liga francesa es muy física, muy atlética. Y jugar y entrenar con gente más fuerte me ha servido mucho", admite el base.

Promedió 15 puntos por partido, 5,2 rebotes, 5,4 asistencias y 2,5 recuperaciones en 23 choques en la Espoirs sub 21

Francés de nacimiento, Da Silva es sevillano de adopción. Al club hispalense llegó en la 2014-15 formándose en los escalafones inferiores cinco campañas, a la que añadir esta pasada en Francia y aún tiene una vinculación con el Betis de dos temporadas más con opción de ampliarla a dos más. Por eso no se acostumbra a comer a las 12:30 ni a cenar a las 19:00. "Echo de menos el ritmo de España y una ciudad como Sevilla que considero mía", afirma el verdiblanco, que no ha dudado en darle algunas indicaciones a Youssou Ndoye, compañero en el Nanterre que recalará en el Betis. "Encajará muy bien en Sevilla. Me ha preguntado por el club y la ciudad. Creo que está bien encaminado para que fiche. Como jugador tiene buenas manos en ataque, es realmente bueno. En defensa, pese a ser, grande es muy móvil. Es una gran persona y gracioso, algo que no esperas de primeras. Creo que encajará a la perfección en el Betis", afirma Da Silva, esperando su momento: "En Sevilla apostaron por mí. Allí me formé y sueño con debutar con el Betis en ACB y, por qué no, jugar en Europa. Por ello trabajo cada día".

De momento su futuro pasa por la ProB. "Prefiero pensar temporada a temporada, pero tengo claro que quiero jugar en ACB con el Betis. Voy a Evreux para seguir creciendo. En el Betis no tendría hueco y pocas oportunidades para jugar en un momento en el que necesito minutos. Con esfuerzo todo llegará", afirma.