El Betis Baloncesto cayó derrotado en la final del Torneo Encestarías ante el Obradoiro por 85-78, en un partido en el que demostró aspectos positivos como la capacidad de reengancharse al choque cuando el rival abría una brecha de más de 10 puntos, pero también evidenció los problemas por dentro propios de no contar todavía con sus pívots de referencia.

Gerun juega ante Polonia los octavos de final del Eurobásket con Ucrania y Nzosa arrastra molestias musculares que todavía no le han permitido debutar. Ni se sabe cuándo lo hará.

A base de triples martilleó un día antes al UCAM Murcia, pero los tiros exteriores no siempre entran con facilidad y Blazevic hizo daño por dentro para cerrar el primer cuarto con 21-13.

Westermann y Thomas Scrubb lideraban a los de Moncho Fernández, pero el Betis, que probó a Hill de base, elevó su nivel defensivo haciendo que el rival cometiera más pérdidas y del 29-19 se puso con 31-29. Una desventaja que Evans dejó al descanso con una entrada a canasta marca de la casa (33-31).

Empezó enchufado el equipo verdiblanco con Evans y Hill marcando el paso (37-38), pero los problemas en el rebote de los sevillanos le daban muchas segundas oportunidades al Obradoiro, que volvió a despegarse (52-45). Luis Casimiro paró el encuentro para que sus jugadores volvieran a retomar la defensa del cuarto anterior. No tuvo efectos, porque la renta se fue de nuevo a los 10 puntos, aunque el duelo de pistoleros entre Thomas Scrubb y Bertans le fue bien al verdiblanco, que dejó el marcador en 59-53 para afrontar los últimos 10 minutos de partido.

Sin embargo, al dinámica era favorable al conjunto gallego, con mayor potencial por dentro para mandar en el rebote. Bender se sumó a la fiesta con dos triples y el Obradoiro abrió hueco de nuevo (73-60).

Pero Casimiro le ha metido a este equipo un ADN peleón. El grupo no se viene abajo y, desde el trabajo defensivo y el acierto de Báez, el 78-73 mantenía las opciones de los verdiblancos. Westermann en un lado y el ala-pívot dominicano en el otro mantuvieron las espadas en todo lo alto (81-78), pero el base francés (22 puntos) no falló desde la personal para cerrar el partido.

El Betis sigue dando pasos en su preparación y en la puesta a punto le quedan partidos de nivel como los del próximo fin de semana en la Copa de Andalucía ante el Unicaja y el Granada. Ojalá ya con un juego interior que dé más posibilidades al ataque.