La segunda vuelta en la LEB Oro arranca con todo por decidir. Por abajo ningún equipo está entregado, por arriba el ascenso directo está en un pañuelo y la lucha por entrar en los play off, objetivo del Betis Baloncesto, está abierto, aunque mucho tendrá que acelerar el conjunto verdiblanco para poder pelear por un objetivo que ahora está a cuatro victorias. Mucho se ha dejado por el camino el equipo sevillano y tiene demasiado terreno que recuperar, aunque no es imposible. Eso sí, siempre que el ecosistema sea el propicio para ello y para eso hay que estar mirando a México y a Heliópolis, a la espera de lo que pase con el propietario, en paradero desconocido y denunciado por fraude, y si la entidad hispalense recupera la sección para dotarla de estabilidad.

De momento hay una tensa tranquilidad y la plantilla ha cobrado su sueldo este mes, garantía mínima para que los jugadores lo den todo en la cancha. Y todo será necesario en la visita al líder Movistar Estudiantes (12:30), que apenas ha perdido tres encuentros en lo que va de curso, lejos de las 11 que acumulan ya los de Bruno Savignani pese a los continuos cambios en la nómina de jugadores. Parece que la plantilla se ha asentado con 13 jugadores con uno de los cupos de formación siendo el necesario descarte. Doménech y Hanzlik han sido los últimos en las dos victorias que encadenan los béticos, la más reciente ante un San Pablo Burgos (82-94) que debe servir para que los sevillanos se carguen de moral y sigan dando pasos en su mejora.

El modelo de juego de este Betis ya está claro. El triple es un modo de vida y con los lanzadores de calidad que tiene ha decidido entregarse a ellos. No tiene, por otra parte, otra posibilidad, ya que los interiores son jugadores defensivos con poca capacidad para ser referentes y generarse canastas por sí solos más allá de los rebotes ofensivos que rebañen o alguna asistencia que los dejen solos para anotar a placer.

Por contra, Frazier, Polanco, Joaquín Rodríguez y Kuksiks conforman una potente batería exterior que deberá estar acertada ante la mejor defensa de la liga que apenas concede poco más de 73 puntos por encuentro, siendo Estudiantes uno de los mejores en ataque también con un promedio de 85,9. Es por ello que será necesario que en el trabajo defensivo las ayudas lleguen y no se deje jugar a un conjunto que con Wintering a los mandos es capaz de llevar los encuentros a ritmos muy altos y a un intercambio de golpes para el que el cuadro sevillano no está preparado.

El base estadounidense de Estudiantes fue pieza clave en el triunfo colegial en San Pablo en la primera vuelta. Su concurso es clave para un equipo con importantes bajas que pierde a sus dos mejores anotadores, con los que lleva sin contar desde hace ya algunos encuentros. En este sentido, Michael Carrera sigue sancionado por dirigirse a los colegiados en los vestuarios en la última derrota ante el Leyma Coruña, su rival en la Copa Princesa, y Francis Alonso está lesionado. Sin ellos hay un juego más colectivo, con los ex béticos Johnny Dee y Nzosa ganando protagonismo junto a Alex Murphy.

Por dentro Pedro Rivero, ex cajista y técnico de Estudiantes, cuenta con Larsen, además del ex ACB Sergio Rodríguez en la posición de alero, los canteranos Adams Sola y Hugo López y un Guillem Ferrando que ha llegado pisando fuerte para paliar las bajas y que en apenas dos encuentros ha demostrado su capacidad para ser decisivo en esta categoría.

Dos victorias seguidas encadena el Betis Baloncesto y apunta a una mejora que ante el San Pablo Burgos pareció confirmarse la pasada semana y que el líder Estudiantes medirá de verdad en Magariños, su feudo, donde, curiosamente, ha sufrido las tres derrotas que acumula en la temporada: 76-78 contra el Leyma Coruña, 91-92 frente al Valladolid y por 76-87 contra el Oviedo. No es imbatible el Estudiantes y para ello la clave será mantenerse en el encuentro, estar vivo hasta el final sin esas lagunas de concentración que han costado parciales amplios en contra y jugársela a golpe de calidad, en lo que iguala el Betis al cuadro madrileño con los Frazier, Kuksiks, Polanco, Faggiano o Joaquín Rodríguez, aunque en la clasificación estén muy separados.