Betis Baloncesto

San Pablo Burgos - Betis Baloncesto: Subidón en verdiblanco (82-94)

  • El Betis gana dominando casi siempre en una difícil pista como el Coliseum a un rival que se quedó sin la Copa Princesa

  • Frazier, los triples y el juego coral marcaron las diferencias en un encuentro que debe ser el golpe en la mesa esperado

Faggiano deja atrás a dos rivales, Corbalán y Kasibabu, para encarar la canasta.

Faggiano deja atrás a dos rivales, Corbalán y Kasibabu, para encarar la canasta. / SBP / Cintia Cortés

Una vuelta le ha costado al Betis Baloncesto, pero parece que después de 17 partidos, 21 jugadores utilizados y seis cortes se vislumbra un equipo. Se vislumbra sólo, porque todavía queda trabajo por hacer para cerrar el rebote, atacar con mayor consistencia y defender todavía con un punto más de intensidad que le permita aprovechar buenos parciales como el 1-12 con el que empezó en el Coliseum, donde ganó al San Pablo Burgos por 82-94 gracias a una segunda parte en la que su acierto desde el triple y los nervios locales, que se quedaron sin Copa Princesa al encadenar su cuarta derrota, permitieron a los visitantes obtener un botín de enorme valor moral para un grupo que va saliendo de su depresión.

Un subidón en verdiblanco se vivió en Burgos. Cuando más difícil se ponía las cosas, con las dudas planeando sobre la viabilidad del propietario y jugando ante uno de los candidatos al ascenso, el Betis dio el paso adelante que todos esperaban. Ha costado un mundo. Un hacer y deshacer con continuos movimientos, algunos extraños, pero que en el cierre de la primera vuelta empieza a dar botes verdes con tiempo por delante todavía para, si no ilusionarse todavía, pensar en positivo. Y es que todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo. El balón, en el suelo, que queda un mundo, pero el horizonte empieza a verse con algo más de optimismo, que no es poco para lo que se lleva vivido.

El acierto en el triple sostuvo al cuadro heliopolitano mientras no tuvo el control del rebote. Las capturas ofensivas permitieron a los de Lolo Encinas recuperarse de un 1-12 inicial que quedó pronto en nada y al final del primer cuarto ya estaba el marcador igualado (18-18). Fue al inicio del segundo acto cuando el conjunto local tomó el mando del marcador con un triple de Ali (23-21), pero con Dedoovic jugando muy bien al poste bajo, siendo el mejor hasta entonces de los tres pívots (Berzins, DeBisschop y Wembi), el Betis se agarró al encuentro sabiendo sufrir en defensa, con continuas ayudas, y ataques en los que la pelota se movía como nunca buscando siempre el pase extra para dar con el jugador liberado, sea en el perímetro con Kuksiks, por ejemplo o con los interiores asistiendo desde la pintura: 34-34 y los más de 8.000 espectadores que presenciaban el choque no lo veían nada claro. 8.000 espectadores... Alguno de los jugadores del Betis Baloncesto pensaría en cuándo viviría un ambiente así en San Pablo donde la media está siendo de 500 ó 600 espectadores. Seguramente resultados como éste animen a la afición.

Fraxier intenta atacar la defensa de Vene. Fraxier intenta atacar la defensa de Vene.

Fraxier intenta atacar la defensa de Vene. / SPB / Cintia Cortés

Un triple de Frazier puso el broche al primer tiempo y mandó a los jugadores a los vestuarios con 41-44. Aviso para el Burgos: el Betis no iba de farol.Y se lo tomaron en serio los locales en la reanudación con un Ignacio Rosa que se echó a su equipo a la espalda con siete puntos seguidos. Pero los roles en el equipo de Savignani parecen definidos: Frazier y Polanco son los referentes, dependiendo de quien tenga el día. Esta vez le tocaron los galones al estadounidense, que a golpe de triple mantenía a los suyos por delante y anotaba el 50/56 (9/13 en triples entonces) y metía ya el nerviosismo en la grada, que veía a su equipo impotente, con sus referentes apagados como Lapornik y Speight y echando de menos al ex bético Luke Fischer, baja por un problema en el talón dejando al cuadro local casi sin referencia interior.

Hasta DeBisschop aprovechó un 2+1 anotando desde la personal para mejorar su pobre estadística desde el tiro libre, un debe todavía de este Betis que debe mejorar. Anotando y defendiendo bien y apareciendo Polanco puntualmente, el tercer cuarto se cerró con un prometedor 55-68 con el plantel andaluz acertado en el tiro exterior y compartiendo muy bien la pelota como denotan las 18 asistencias (10 de los locales) al final del choque.

El encuentro estaba en una posición inmejorable, pero quedaban 10 minutos por delante y este Betis no es un conjunto fiable todavía, pese a las muestras de mejora y la capacidad para igualar el rebote con DeBisschop haciéndose grande en esa tesitura y, lo mejor, conocedor de sus limitaciones trata de hacer lo que sabe sin complicarse.

El 8/35 en triples de los locales fue una rémora en el partido frente al 15/26 bético

Burgos lo intentó con una jugada que le funcionaba, con Corbalán pasando y cortando hacia la canasta para recibir y anotar, pero Pablo Marín se fajó bien en defensa. Eso sí, con 8 minutos por delante el equipo hispalense ya estaba en bonus, aunque supo defender sin que el rival fuese demasiado a la personal al tiempo que Frazier seguía sumando de todos los colores para colocar el 67-86, máxima renta andaluza (+19) con cuatro minutos por delante. Ahí pareció entrar la nerviosera al Betis, que se vio ganador demasiado pronto y todavía no tiene las hechuras suficientes como para dejase ir y el Burgos pudo maquillar el marcador y hasta hacer dudar a los de Savignani, pero Kuksiks, con un triple lejano (75-89) liquidó el encuentro para cerrar un partido que debe ser el golpe sobre la mesa que necesitaba el grupo para creérselo. Faggiano empieza a dirigir y llevar el ritmo del partido bien apoyado por Pablo Marín; Frazier y Polanco se alternan como anotadores; Joaquín Rodríguez es un buen complemento, Dedovic y Pablo Almazán aseguran trabajo; Kuksiks, a falta de defensa, triples si está acertado; y por dentro hay una batería cuya suma puede bastar para caminar hacia el play off. El subidón de Burgos debe servir para soñar al menos con ver un equipo en la pista.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios